Estefanía, trabaja en la Guardería Municipal y dice que pasa por “una situación catastrófica” porque le falta “la calidad de vida”. A ello se une que no puede hacer frente a los pagos de hipoteca, agua, luz sino con ayuda de la familia a a que también “se le están agotando los recursos porque no somos gente que tengamos un nivel de vida alto”, sino trabajadores. Ella está casada y tiene un niño de 18 año, además de un marido en paro que no recibe ninguna ayuda. ¿Como lo lleva el hijo?: “viendo que la situación es mala, aunque hasta ahora está siendo muy responsable y se comporta a la hora de pedir dinero para salir o comprarse ropa que es lo propio”. Asegura que si esto sigue así “no sé que haré,pero espero que se resuelva pronto por el bien de todos”.
José Antonio es laboral fijo del Patronato Municipal de Deportes desde hace once años, está casado pero sin hijos y su mujer no trabaja. “Lo estamos pasando mal, llevando la situación con ayuda de los padres,pero son pensionistas y casi no tiene para lo suyo...”, asegura. Asegura que vive una situación “calamitosa” y que están “amargados” hasta el punto de que aveces “uno no sabe si echarse un bidón de gasolina o qué hacer para que se den cuenta lo mal que lo estamos pasando”. Hasta el punto de que su madre, asegura, ha entrado en una depresión al ver como está el asunto. Tanto él como Estefanía destacan que los bancos encima “nos tienen con la soga al cuello”, no entienden de aplazar y a lo adeudado se suman comisiones e intereses. Ya hay gente que ha recibido órdenes de embargo de l juzgado, que pueden perder la luz y el agua, que comen de Cáritas...
Un tercer caso es el de Manuel, 30 años como funcionario de administración, y enfermo, con siete hernias discales. el tratamiento, lo puede seguir porque en la farmacia le están aguantando el pago de momento, pero, sabe que no va a durar siempre. LA situación ha agravado sus problemas de salud.
Pero, hasta en las malas situaciones, hay quien se siente privilegiada, como Cristo, que asegura que al menos tiene al marido que trabaja, aunque eso sí, siempre penitentes de ingresar cuando la hipoteca vence. Y así, como algunos más, van tirando, con lo que pueden, con la familia, cono los amigos, pero este es un hilo que no se puede estirar hasta el infinito.