La entrada en vigor mañana del certificado sanitario reforzado, que restringe aún más las actividades y lugares de acceso a los no vacunados, junto a nuevas medidas para reforzar los controles del pase anti-Covid, han impulsado la vacunación en Italia, en particular de las terceras dosis o de recuerdo.
A día de hoy, en Italia se han suministrado 98,4 millones de vacunas, de las cuales 8,4 millones corresponden a estas terceras dosis, lo que supone que el 40,93 por ciento de la población ya tiene la de refuerzo, mientras que la cifra de inmunizados con pauta completa supera los 45,7 millones o un 84,75 %, a la espera de que la próxima semana comience la vacunación de los menores de 5 a 11 años.
Es probable incluso que en el primer semestre del próximo año se vacune a los niños de 0 a 5 años, aseguró hoy el presidente de la Agencia Italiana del Fármaco (AIFA) y miembro del Comité Técnico Científico que supervisa la pandemia,Giorgio Palù.
"Moderna y Pfizer ya están experimentando con niños, pero creo que será cuestión de unos meses. No soy un adivino, pero es probable", dijo al ser preguntado sobre si la vacuna para los más pequeños estaría disponible en el primer semestre de 2022 en declaraciones a Sky Tg24.
En las últimas 24 horas, se han registrado en Italia 16.632 nuevos contagios y 75 muertos, mientras la propagación del virus también está provocando un incremento de la presión hospitalaria y actualmente hay 5.428 hospitalizados en todo el país, de los que 732 están en unidades de cuidados intensivos.
Ante esta situación, mañana entra en vigor el certificado sanitario reforzado, que irá acompañado de mayores controles, también en los autobuses y el metro, además de en áreas de gran actividad comercial, y el uso de la mascarilla será obligatorio en zonas concurridas, en particular en las grandes ciudades y en vista de las compras navideñas.
El nuevo certificado, en poder de los ciudadanos vacunados y de quienes hayan superado la enfermedad, será necesario para acceder al interior de bares, restaurantes, locales de ocio, cines y teatros, mientras que se mantendrá el normal, que también incluye a los poseedores de una prueba de antígenos negativa, para trabajar, acceder al transporte público y transitar por las zonas comerciales.
La policía nacional, los carabineros (policía militarizada) y el personal de los organismos de gestión del transporte público local se encargarán de pedir el certificado sanitario a los viajeros de autobuses y quien no disponga de él se enfrentará a multas de entre 400 y 1.000 euros, según las nuevas disposiciones adoptada ante la llegada de la Navidad.