El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha condenado este viernes el ataque ruso contra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, una planta que a esta hora está bajo control de Rusia, y ha pedido no escalar la guerra en Ucrania.
"No podemos permitir esas escenas en Europa, no podemos permitir que nuestros ciudadanos vivan angustiados con posibilidades que han desaparecido hace décadas de la mente de los europeos", ha señalado el titular de Exteriores antes de la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN, sobre el peligro que acarrean los combates en torno a una planta nuclear.
Albares ha recalcado el frente unido de la OTAN sin grietas para responder a la ofensiva rusa, pero al ser preguntado por una posible participación de los aliados, ha defendido no escalar la guerra en Ucrania. "No queremos que escale la situación. Es la guerra de Putin, que es el único que quiere guerra. No la queremos la OTAN, los aliados europeos ni los ucranianos", ha indicado.
En todo momento ha insistido en la naturaleza defensiva de la OTAN. "La UE es una construcción de paz y la OTAN una organización defensiva para garantizar la estabilidad y la paz", ha resumido Albares.
Los ministros aliados se reúnen este viernes en Bruselas para tratar en el seno de la OTAN la evolución de la guerra en Ucrania y estudiar formas de reforzar la defensa colectiva en plena ofensiva total rusa.
Hasta el momento la organización ha acordado el despliegue de sus Fuerzas de Respuesta Rápida, unas unidades movilizadas por primera en una crisis de seguridad para redoblar la presencia de la organización militar en el flanco oriental.
A este efecto, se han desplegado ya 500 tropas francesas en Rumanía, como reacción aliada a la agresión rusa. Los efectivos franceses serán la parte central de estas unidades que se componen de hasta 40.000 tropas con capacidad para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días.