Nuevamente Twitter –herramienta de mensajes cortos que ya fue protagonista en las revueltas de Irán en 2009– canalizó los comentarios de solidaridad y las experiencias a pie de calle de unos improvisados corresponsales ciudadanos que intentaban hacer llegar al mundo las novedades desde la zona catastrófica o sus instantáneas sobre la devastación.
En Facebook, ya se han creado numerosos grupos para solidaridarse con las víctimas.