El Campo de Gibraltar quiere ser escuchado. Un grupo de nueve personas han dado el paso para crear la gestora de lo que será un nuevo partido político que pretende reclamar mejoras y denunciar las deficiencias que castigan a la comarca y siguen sin encontrar una solución. Jaime Chacón forma parte de este equipo que muestra inquietud por el futuro del Campo de Gibraltar y lamenta que sea, a día de hoy, “un territorio abandonado”.
“El desarrollo de la comarca pasa por un tren digno para atraer turismo y conseguir nuevas inversiones”, explica Chacón recordando que esta idea surge tras varias conversaciones con miembros de Andalucía Bay, una coordinadora que organiza frecuentemente movilizaciones reivindicando conexiones ferroviarias dignas para el territorio. Sin embargo, esta plataforma no será la encargada de formalizar este nuevo partido ya que no se considera una plataforma política.
Entre las reivindicaciones de este futuro partido, que aún no tiene nombre ni líder designado, se encuentran una mejora de las conexiones ferroviarias y por carretera, un hospital digno, comunicaciones dignas con las ciudades principales del país y la llegada de inversiones que produzcan un crecimiento del tejido industrial en la comarca.
Chacón advierte de que “la única opción de encontrar soluciones a estas deficiencias pasa por tener representación política en Madrid”. Una situación que a priori se antoja complicada ya que se necesitarían 55.000 votos para obtener un diputado, es decir, uno de cada cuatro votos del Campo de Gibraltar. Sin embargo, la ilusión por defender el crecimiento de la comarca no tiene límites. El proyecto se encuentra en un estado embrionario y la idea es que el mensaje llegue a la ciudadanía para sea partícipe aportando medidas en la medida de lo posible.
“Hemos querido encender la mecha para reivindicar nuestra postura. Si todo el mundo se concienciara, votarían en masa a este partido porque podríamos dar solución a muchos problemas de la comarca”, aclara Chacón.
El objetivo de esta iniciativa política pasa por “obligar” al Gobierno Central a tratar a los vecinos como ciudadanos de primera, y no como “ciudadanos de segunda o tercera, porque nos tienen aislados y abandonados”.
Chacón echa una vista al futuro y se pregunta qué le deparará al Campo de Gibraltar si la situación no cambia. “Sabemos que la ciudadanía está hastiada de los políticos porque nos han defraudado. La gente quiere tener su trabajo y estar tranquila pero también queremos que nuestros hijos puedan optar a una formación cercana y disfrutar de comunicaciones dignas”, explica Chacón añadiendo que “el Gobierno de España tiene la obligación de equilibrar el territorio. El Campo de Gibraltar es la prima pobre de la provincia de Cádiz y aquí solo llegan migas”.
La gestora de esta futura formación política muestra su temor por el futuro de los jóvenes campogibraltareños. “No podemos permitirnos que más gente se involucre en el narcotráfico o tenga que buscar un futuro fuera de la comarca, queremos ser tratados y vivir al nivel de cualquier otro español”.
El Congreso cuenta actualmente con 61 diputados andaluces y Chacón lamenta que Andalucía no tenga voz ni voto al mismo nivel que otros territorios minoritarios. “Yo estuve en el Partido Popular y cuando vi que no llegaban a nuestra tierra las inversiones que reclamábamos me salí del partido. Los 61 diputados andaluces están sometidos al interés de sus partidos y tenemos que dar voz de lo que necesitamos aquí”, argumenta añadiendo que “ninguna persona de esta gestora depende de la política ya que tenemos nuestros trabajos, solo pretendemos exigir mejoras para nuestra comarca”.
“Lo que queremos es sumar y si vemos que la ciudadanía nos ignora, pues seguiremos siendo los soldados para que otros nos gobiernen desde Madrid. Andalucía pone la tropa con 61 diputados pero rara vez Andalucía tiene algo que decir”, critica Jaime Chacón a la vez que anima a los vecinos del Campo de Gibraltar a contactar con ellos para exponer inquietudes y necesidades de la comarca. “Porque aunque sea muy difícil, no podemos convertirnos en unos esclavos de los jefes políticos”, finaliza.
