En declaraciones divulgadas por la agencia de noticias local Ilna, el influyente político iraní aseguró que la jefa de la diplomacia norteamericana no ha renunciado a sus ideas durante la campaña electoral y que su conducta “pone en riesgo” los intereses nacionales de su país.
“Las grandes manifestaciones del 11 de febrero han desmontado las conspiraciones norteamericanas y sus responsables han viajado a la región para mostrar su poder artificial”, afirmó.
“Esta política abusiva puede tener efecto en el Organismo Internacional de la Energía Atómica, pero deben saber que no cambiarán la determinación de la nación iraní”, agregó.
Días atrás, durante una visita a Qatar, Clinton aseguró que Irán “se encamina hacia una dictadura”.
Estados Unidos e Irán rompieron sus lazos diplomáticos hace casi treinta años, en abril de 1980, una vez consolidado el triunfo de la revolución y en plena crisis por el asalto a la embajada norteamericana en Teherán, donde estudiantes revolucionarios retuvieron a 52 personas durante 444 días.
Nada más acceder al despacho Oval, Barack Obama se mostró dispuesto a emprender un nuevo capítulo bilateral si el régimen iraní se avenía a “abrir el puño”.
Sin embargo, responsables cercanos al líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí, han advertido que un cambio en la relación no es ahora en interés del país.