La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, ha considerado "fuerte" que el PP haga campañas "responsabilizando a las mujeres de ser violadas" y se culpe "de la crispación" a la de la ministra Irene Montero por "utilizar un término de la ONU para explicarlo".
"Es fuerte que el PP haga campañas responsabilizando a las mujeres de ser violadas y la culpa de la crispación sea de la ministra de Igualdad por utilizar el término que la ONU utiliza para explicarlo. Es un #NotAllMen constante. Antes de reconocer que es machismo, más machismo", ha escrito la secretaria de Estado en su cuenta de Twitter.
Se refiere a lo ocurrido este pasado miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en la que Montero acusó al PP de promover "la cultura de la violación", a raíz de unas campañas de sensibilización en las comunidades de Madrid y Galicia, gobernadas por el PP, en las que, a su juicio, se responsabiliza a las mujeres de las agresiones sexuales.
La afirmación de Montero motivó además del reproche de la presidenta de la Cámara baja, Meritxell Batet, la petición de dimisión por parte del PP y generaron malestar en el PSOE, cuyo portavoz parlamentario, Patxi López, dijo que no le habían parecido "las mejores palabras después de todo lo viviendo en el Congreso".
La secretaria de Estado también ha colgado un vídeo en sus redes sociales en el que abunda en que llamaron la atención de Montero en el Parlamento por usar un término "como si fuera malsonante" cuando fue "acuñado por el feminismo de los años 70 y usado durante décadas en la política institucional".
La cultura de la violación, explica Rodríguez en el vídeo, es "un sistema de creencias e ideas que valida y normaliza la existencia de la violencia sexual" con frases tales como "había jolgorio y regocijo", "¿cerró usted bien las piernas?", "quien siembra vientos recoge tempestades" o "no es para tanto".
Esa cultura de la violación, prosigue, "revictimiza" a las víctimas y hace normal que se reproduzcan estos comportamientos en la sociedad "que son esa punta del iceberg" de lo que hay debajo, que terminan siendo agresiones sexuales.
Para la secretaria de Estado, desarticular esa cultura pasa por dejar de preguntarse si las víctimas cuando fueron agredidas llevaban mallas, estaban borrachas o cuál era el largo de su falda.
"Hay que empezar a preguntarse por quien hace chistes por streaming sobre llevarse mujeres borrachas a la cama o humilla a las mujeres en 'prime time' o a quien borra esos vídeos para defender a quien humilla", sostiene la secretaria de Estado.
Asegura que hay millones de mujeres que han dicho públicamente que han sido víctimas de agresiones sexuales y de ahí la relevancia de movimientos como el "Me too" o el "Cuéntalo".
"Por eso tiene que seguir habiendo feministas en los gobiernos y parlamentos que hablamos de la cultura de la violación, porque si no lo hacemos nosotras, entonces, ¿quién?", concluye.
