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España

Denuncian la brutalidad de la guerra de Bosnia en La Haya

El primer testigo en el juicio contra el ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, el prisionero bosnio musulmán Ahmet Zulic, relató ayer la brutalidad de las tropas serbobosnias en la localidad noroccidental de Sanski Most.

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El primer testigo en el juicio contra el ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, el prisionero bosnio musulmán Ahmet Zulic, relató ayer la brutalidad de las tropas serbobosnias en la localidad noroccidental de Sanski Most.

Zulic, que proseguirá el careo con Karadzic en la segunda jornada de la práctica de la prueba, es el primer testigo al que se enfrenta el procesado en su juicio por crímenes de genocidio y contra la humanidad en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), en La Haya.

El ex prisionero, que evitó el contacto visual con Karadzic, relató que las tropas serbobosnias “degollaban” a sus víctimas e incendiaban sus casas.

Zulic, que en junio de 1992 fue detenido y encerrado junto a decenas de otros hombres musulmanes en condiciones “infrahumanas”, según su declaración, perdió 35 kilos en aquel episodio y sufre de estrés postraumático.

“Ante la falta de agua durante la detención, sólo podíamos beber nuestra propia orina”, aseguró Zulic, quien afirmó poder dar testimonio de asesinatos y recibir palizas que le habrían fracturado varias costillas.

“A veces un hombre nos sujetaba, mientras otro nos golpeaba con un bate”, explicó Zulic, que recibió una brutal paliza por negarse a santiguarse, como le había pedido un soldado serbio.

Sin agua y hacinados en pequeños espacios, muchos prisioneros murieron por deshidratación, conforme al testimonio de Zulic.

“Algunos morían en mitad de la noche entre alaridos en diez minutos que me parecían la eternidad, mientras que otros fallecían silenciosamente”, agregó.

Otro de los crudos episodios que aportó Zulic ante el TPIY es el asesinato de veinte hombres en 1992 a quienes los soldados serbobosnios habrían obligado a cavar su propia fosa.

Tras ser interrogado por la fiscalía, Zulic fue interpelado directamente por Karadzic, que se defiende a sí mismo y tiene derecho a contrarréplica con los testigos.

El apodado Carnicero de Sarajevo destacó desde el principio de su intervención la “falta de credibilidad” del testigo.

Según Karadzic, Zulic habló en su declaración de algunos hechos de forma taxativa que después en el juicio afirmó no conocer “con seguridad”.

El ex líder serbobosnio subrayó que había una resistencia musulmana organizada a la ofensiva serbia sobre Sanski Most, un extremo que el testigo negó.

Zulic volverá a vérselas mañana con Karadzic, pues el juez le ha concedido tiempo suplementario para continuar con el careo, tras aconsejarle que realice sus preguntas de forma directa “en lugar de hacer comentarios”.
Hoy podría comparecer el segundo testigo.

En la primera jornada de juicio, tras más de un mes de parón, a las puertas del tribunal se agolparon una docena de manifestantes que denunciaron que Serbia no entrega al TPIY al antiguo jefe militar serbobosnio Ratko Mladic, pese a conocer, según ellos, su paradero.

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