Los conductores de trenes de gran parte del Reino Unido secundan este viernes una nueva jornada de huelga por la disputa que mantienen sobre sus condiciones laborales y sus salarios.
Los operadores ferroviarios han advertido de que este paro ocasionará graves alteraciones en los horarios de sus servicios, que han comenzado a funcionar mucho más tarde de lo habitual y terminarán de operar mucho antes.
También se prevé que el paro afecte de alguna manera el funcionamiento de algunos servicios de la mañana de este sábado en algunas líneas, mientras vuelven a regularse.
La industria ferroviaria ha asegurado que trabaja a fin de mantener funcionando la red y ha criticado que el gremio haya rechazado una oferta de un incremento salarial del 8 % por dos años, elevando la media de los salarios de casi 60.000 libras (unos 67.000 euros) anuales a 65.000 libras (72.000 euros).
Simon Weller, el secretario general adjunto del sindicato Aslef, considera que la disputa laboral avanza "hacia atrás" ante la falta de progresos durante meses de conversaciones.
El de hoy es el segundo paro que secundan los conductores de trenes del país esta semana, tras haber participado en la concentración de huelgas de este miércoles en sectores desde la educación al ferroviario, el día de mayores movilizaciones en el Reino Unido desde 2011.