Corea del Norte lanzó hoy un misil balístico de alcance medio o superior que cayó en aguas del mar de Japón tras recorrer 1.000 kilómetros y obligó a las autoridades japonesas a activar momentáneamente la alerta por su posible impacto en torno a la isla de Hokkaido.
El ejército surcoreano "detectó un misil balístico de rango medio o superior lanzado hacia el mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) desde las cercanías de Pionyang en torno a las 7.23 (22.23 GMT del miércoles)", según indicó el Estado Mayor Conjunto (JCS) en un comunicado emitido en Seúl.
Unos 40 minutos después del lanzamiento se activó en Japón el sistema J-Alert que permite a las autoridades radiar advertencias en materia de seguridad ciudadana de manera simultánea a través de teléfonos, radio, televisión y altavoces situados en cada municipio.
En la isla septentrional nipona de Hokkaido, donde viven algo más de cinco millones de personas, se instó a la población a resguardarse ante la posibilidad de que el proyectil impactara en los alrededores de la misma.
TRENES DETENIDOS
La alerta se emitió a todas las embarcaciones que se encontraban en torno a Hokkaido y la operadora local de ferrocarril decidió suspender momentáneamente el funcionamiento de todos los trenes en la isla.
Sin embargo, la alerta se desactivó minutos después al descartarse el riesgo de impacto y para las 8.19 (23.19 GMT del miércoles) la Guardia Costera japonesa apuntaba que el proyectil habría caído ya en el mar, aunque en un punto sin determinar.
Al poco el JCS surcoreano indicó que el misil cayó en el mar de Japón tras recorrer unos 1.000 kilómetros y ser lanzado en un ángulo muy abierto, por lo que no habría sobrevolado la isla japonesa de Hokkaido, como se temía en un primer momento.
El portavoz del Ejecutivo nipón, Hirokazu Matsuno, defendió el funcionamiento "apropiado" del sistema J-Alert, al ser preguntado hoy en rueda de prensa sobre las distintas indicaciones ofrecidas a la población a través de esta plataforma en un corto margen de tiempo.
"Se detectó un misil que podría ir dirigido a Hokkaido, y justo después desapareció del radar. Dado que el sistema generó tales pistas con datos de detección limitados, la alerta se emitió desde la perspectiva de priorizar la seguridad del público", explicó Matsuno.
EN TORNO A UNA HORA EN EL AIRE
Los datos existentes apuntan a que el proyectil norcoreano lanzado hoy podría haber volado en torno a una hora.
Corea del Norte ya lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-17, el de mayor alcance potencial de su arsenal, el pasado 16 de marzo al mar de Japón y, al igual que un Hwasong-15 (el de segundo mayor rango) que también disparó el 18 de febrero, el proyectil fue lanzado en un ángulo muy abierto y cayó al suroeste de Hokkaido.
Ambos proyectiles mostraron parámetros de vuelo muy similares al disparado hoy, permaneciendo en el aire ligeramente por encima de los 60 minutos y cubriendo distancias de en torno a 1.000 kilómetros con respecto al punto de lanzamiento.
No obstante, una fuente anónima citada por la agencia Yonhap indicó que Corea del Norte podría haber testado hoy un "sistema nuevo" e indicó que Seúl y Washington están analizando "varios" escenarios, incluyendo la posibilidad de que se trate de un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido.
Pionyang se propuso en el congreso del Partido de los Trabajadores de 2021 desarrollar un proyectil de este tipo (más eficiente que uno de combustible líquido en lo que se refiere al almacenamiento y al despliegue) durante los próximos cinco años.
El último lanzamiento se suma a otros test de armas -entre ellos el de un nuevo dron o torpedo guiado con capacidad nuclear- realizados por Pionyang en respuesta a las grandes maniobras de primavera de Seúl y Washington, en las que también ha participado Japón puntualmente.
A su vez, el régimen, que lleva siete días sin contestar llamadas procedentes del Sur a través de líneas telefónicas intercoreanas, mostró por primera vez recientemente sus cabezas nucleares tácticas.
Esto subraya que Pionyang está volcado en mejorar su arsenal atómico de corto alcance para su uso potencial contra Corea del Sur o países vecinos como Japón, que también acogen bases de EE.UU.