Blanco defendió ante el Congreso la necesidad de plantear una reflexión sobre la financiación de la obra pública para decidir si deben financiarse sólo por el Estado o también por los usuarios de la infraestructura. "Porque les aseguro que el presupuesto público no va a poder soportar en muchos años el nivel de inverso de los últimos ocho o diez ejercicios", advirtió.
En el marco de este debate, abogó por analizar los sistemas de financiación de otros países y fórmulas de pago por uso de determinadas infraestructuras, todo ello en función de parámetros como la contaminación, la sostenibilidad y el equilibrio financiero.
Blanco se comprometió a "plantear" en la Cámara Baja la iniciativa que surja de esta reflexión, cuyo fin último será garantizar la inversión en infraestructuras, explicó durante su intervención en el pleno de control al Gobierno del Congreso.
De momento, el ministro aseguró que licitará antes del verano los primeros contratos del Plan Extraordinario de Infraestructuras de 17.000 millones de euros a ejecutar con la iniciativa privada, con el objetivo de que el recorte de inversión de 6.400 millones de euros en obra pública "tenga la menor repercusión posible sobre el sector y los ciudadanos".
"Este Gobierno está comprometido con el desarrollo del transporte, pero aportaremos racionalidad donde no la había, haremos más con menos, diremos con claridad aquellos proyectos que son irracionales y están mal planificados, y los replantearemos. Hablaremos claro a la gente y garantizaremos su futuro", declaró Blanco ante la Cámara Baja.
Reprogramación
Así, Blanco se comprometió a informar en el Congreso del efecto de este ajuste inversor en obras concretas en cuanto su departamento concluya su reprogramación. No obstante, avanzó que tratará de terminar las obras empezadas y de rescindir el menor número de contratos posibles.
De estos ajustes escapan el AVE a Valencia que, según reiteró, entrará en servicio este año, tal como estaba previsto, y su posterior conexión, también por Alta Velocidad, a Alicante, estimada para 2012.
Posteriormente, Blanco insistió en la que programación de las futuras obras públicas se abordarán bajo criterios de eficiencia, competitividad y cohesión territorial, para "hacer más con menos y contribuir con las infraestructuras al desarrollo del país".
