El presidente francés, Emmanuel Macron, reúne esta tarde a los jefes de los partidos políticos representados en el Parlamento para tratar de salir del bloqueo que le impide sacar adelante muchas de sus iniciativas por falta de mayoría suficiente y baraja la posibilidad de recurrir a un referéndum.
El encuentro, que comienza a las 15.00 locales (13.00 GMT), y que será seguido de una cena que la izquierda ya ha anunciado que va a boicotear, se va a desarrollar con un formato inédito y en un lugar escogido como símbolo de la meritocracia, la Casa de Educación de la Legión de Honor.
Es un centro educativo reservado a las hijas de personas que han sido condecoradas por los poderes públicos y que se encuentra en Saint Denis, una gran ciudad limítrofe con París con una muy alta proporción de población de origen inmigrante en la que hubo muchos altercados durante la semana de disturbios que sacudió Francia a finales de junio.
El Elíseo, en el comunicado en que presenta esta convocatoria, justifica la elección del lugar y subraya que el objetivo con los jefes de los partidos de la mayoría y de la oposición es "superar una nueva etapa de unidad y de eficacia".
La reunión, programada a puerta cerrada, tiene tres puntos en el orden del día, empezando por un repaso de los "grandes desafíos internacionales" y las "consecuencias" para Francia; y por "una simplificación de procedimientos, nuevas pistas de organización territorial y de descentralización, propuestas de reformas de nuestras instituciones".
El último punto, según la redacción del gabinete de Macron, es "asegurar la cohesión de la nación uniendo a las francesas y los franceses en torno a una base republicana común". Eso incluye discusiones sobre la educación, la integración y "el respeto de las autoridades".
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, anticipó el lunes la propuesta que podría plantear el jefe del Estado para organizar un referéndum o lo que él llamó "preferéndum", es decir consultar a la población sobre varios temas en una sola ocasión.
Desde la oposición, la coalición de izquierdas NUPES insiste en que su prioridad es que los franceses se pronuncien sobre la polémica reforma de pensiones que fue adoptada en abril tras meses de protestas y que entra en vigor a partir del viernes para retrasar progresivamente la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
En la oposición de derechas, tanto Los Republicanos (LR) como la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, quieren una consulta sobre un asunto completamente diferente, la inmigración. De hecho, en los próximos meses se espera que el Ejecutivo presente un proyecto de ley sobre ese asunto, que había sido pospuesto por falta de apoyos.
Macron fue reelegido en mayo de 2022 para un segundo mandato de cinco años, pero un mes después en las elecciones legislativas se quedó sin mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y configuró un Gobierno liderado por la primera ministra, Élisabeth Borne, que tiene muchas dificultades para sacar adelante sus iniciativas.
