Chacón explicó, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que la medida se aplicará el año que viene, y agregó: “Habrá una prueba para estudiantes procedentes de ciclos formativos de grado superior, una prueba específica que de alguna manera equiparará los dos flujos de entrada”.
Desde la Plataforma en defensa de los estudiantes de Bachillerato, Carme Condom señaló que este año se han quedado sin plaza universitaria unos 6.000 estudiantes y pidió que las universidades catalanas amplíen plazas como medida extraordinaria.
“Ya que universidades y Ministerio de Educación admiten este desequilibrio, nosotros sí que pedimos que se haga un esfuerzo para paliar este desajuste”, argumentó Condom.
El vicepresidente de la Asociación Catalana de Universidades Públicas y rector de la Universitat de Barcelona (UB), Dídac Ramírez, consideró esta solución, pero pidió que la Administración colabore en resolver el conflicto que se ha generado este curso con respecto al tema de las plazas.
Por su parte, el secretario general de la Asociación de Jóvenes Estudiantes de Catalunya, Andreu Espínola, ha dicho que los estudiantes de Formación Profesional acumulan un expediente académico más amplio y que, por tanto, hay que garantizar que su acceso a la universidad no perjudique a otros estudiantes que quieran entrar.