El Sevilla ya ha abierto el casting para encontrar al sucesor de José Luis Mendilibar. La intención del conjunto nervionense es que el nuevo inquilino del banquillo pueda dirigir al equipo esta misma semana y así aprovechar el parón internacional. Hay varios nombres encima de la mesa y el mejor colocado es Marcelino García Toral.
Víctor Orta y Pepe Castro viajaron este lunes a Madrid para reunirse con varios entrenadores, como ya hicieron en su día con el propio José Luis Mendilibar.
Una de las primeras opciones que manejaba el Sevilla era la de Marcelino Gallardo. El exentrenador del River Plate viene de triunfar en sudamérica pero aún no ha probado suerte en Europa. En cualquier caso, parece que es uno de los candidatos con menos opciones para recalar en Nervión.
Un perfil más experimentado pero que viene de unas últimas aventuras complicadas es el de Javi Gracia. Conoce la liga española y conoce a Víctor Orta, que en su día lo contrató para el Leeds United. El entrenador ve con buenos ojos regresar a España.
En el capítulo de los viejos conocidos aparece Marcelino García Toral, que podría regresar a Nervión 12 temporadas después. El técnico se ha quedado en el paro tras un paso complicado por el Olympique de Marsella, conoce la casa y es el perfil con más experiencia de los que maneja la dirección deportiva.
El problema es que el entrenador no está para experimentos y es consciente de toda la inestabilidad que han tenido los últimos proyectos deportivos en el Sevilla. Según informa ABC, en las primeras conversaciones entre las dos partes Marcelino ha pedido al club estabilidad para llevar a cabo su proyecto y herramientas para poder pelear por cosas importantes en el futuro. Las negociaciones con él siguen abiertas.
Estos son los tres nombres que se han filtrado a la prensa aunque no hay que descartar que Víctor Orta tenga algún as bajo la manga. El problema a estas alturas es que Sevilla se ha convertido en una plaza muy exigente y en una trituradora de entrenadores. Por lo que muchos se lo piensan dos veces antes de aceptar esta oportunidad sabiendo a la presión y a las exigencias que quedarían expuestos.