El autor quiere rendir homenaje, con esta obra, a “todos aquellos que dedican su vida” a la búsqueda de lo desconocido y a desentrañar los misterios que responden “a todas aquellas preguntas que nos hacemos todos”, pese a que “no siempre se trata su trabajo con el respeto debido”.
Fue precisamente esa última opinión de Bueno lo que dio origen a esta novela: “Hace cuatro años, tuve acceso a un artículo de prensa en la que se hablaba de un grupo de arqueólogos de National Geographic que acudía a hacer un documental sobre la búsqueda del continente perdido.
En aquella ocasión, el periodista, en lugar de tratar el asunto de manera objetiva, utilizaba un tono en el que se mofaba de su trabajo”, se lamentaba Bueno. Precisamente el protagonista del libro, Gimber Hunter, acude al área del Estrecho en su búsqueda de la Atlántida.
El autor publicó hace cinco años una crónica novelada sobre el drama de la inmigración en el Estrecho y tiene dos novelas aún inéditas. Para la corrección del libro contó con la colaboración de su amigo el fallecido periodista Rafael Viso, a quien precisamente está dedicada la obra.