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Sevilla

La ampliación del corredor verde, la fórmula para compensar el impacto del puente

Finalmente la nueva superficie forestal bajo la infraestructura y su entorno será de 48,94 hectáreas

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  • La simulación del paseo bajo el punete. -

El estudio de impacto ambiental sobre el proyecto de puente para la SE-40 establece como objetivo la disminución del número de pies arbóreos afectados con medidas como el jalonamiento de la zona de ocupación para minimizar la afección, el marcaje y la protección del arbolado, la exclusión de zonas con vegetación natural como zonas de ubicación de instalaciones auxiliares de obra, etcétera, y define la restauración vegetal para el conjunto de formaciones vegetal y hábitats de interés comunitario. Como medida de restauración vegetal y recuperación forestal se ha incluido un corredor verde en la zona bajo el viaducto principal del Guadalquivir y su entorno, conectando los ejes fluviales del Guadaíra y Guadalquivir mediante la realización de hidrosiembras y plantaciones arbóreas con especies propias de la vegetación de ribera y autóctona.

En el proyecto inicial se diseñó una nueva superficie forestal de 72.190 m2 a modo de corredor verde que serviría de soporte a senderos para la movilidad activa y a observatorios de avifauna, que permitan recuperar el uso público de la ribera.

En la documentación complementaria, el promotor propone la ampliación de las medidas de restauración paisajistas previstas en el estudio de impacto ambiental. En la Fase 3 de desarrollo del Anteproyecto se incluirá un proyecto de restauración paisajística, donde se fijen y desarrollen las medidas de integración en este campo.

Estas medidas incluyen la recuperación de la zona de obras del recinto excavado para el emboquille de los túneles, que se conservará como laguna naturalizada, donde existe avifauna, integrándola en el Corredor Verde que rodeará la infraestructura. Además, se propone el desarrollo de un área naturalizada en el entorno del corredor de la autovía, que reduzca el impacto paisajístico de la infraestructura, mejore el valor natural general del entorno y canalice las relaciones de movilidad ciclista y peatonal, conectando los itinerarios actuales y futuros con las márgenes del río.

El objetivo es realizar una recuperación ambiental del corredor con la realización de hidrosiembras y plantaciones arbóreas, con especies propias de la vegetación de ribera. Con estas medidas se creará una nueva superficie forestal de 317.250 m² adicionales a las 72.190 m² inicialmente previstas en el estudio de impacto ambiental. En total, pues, 489.440 m2 de zona forestal.

En fase de explotación, no se prevén actuaciones sobre la vegetación y, dado que el proyecto incorpora la creación de una amplia zona de restauración paisajística con especies autóctonas propias de la vegetación de ribera, se espera que tenga un impacto positivo sobre este factor.

Entre las medidas preventivas para reducir los impactos sobre la vegetación, se encuentran las siguientes:

– Inspección visual del terreno previa a las obras para la detección de especies de flora amenazada.

– Antes del comienzo del desbroce se realizará el jalonamiento de la zona de ocupación estricta del trazado, con objeto de minimizar la ocupación de suelo y la afección a la vegetación. Las zonas de instalaciones auxiliares y caminos de acceso también se jalonarán para que la circulación de personal y maquinaria se restrinja a la zona acotada.

– Protección y señalización de hábitats de interés comunitario y árboles.

– Utilización, siempre que sea posible, de caminos de accesos existentes.

– Cualquier elemento de la obra de drenaje deberá ubicarse fuera de la servidumbre de los cursos fluviales, como mínimo a 5 m de la parte externa de la vegetación de ribera.

– La vegetación que sea necesario eliminar de forma temporal para la realización de las obras se retirará mediante desbroce, lo que permitirá que las especies con capacidad de rebrote de cepa o de raíz se recuperen en breve plazo de tiempo.

– Se restaurarán todas las zonas afectadas por las obras (desmontes, terraplenes, zonas de acopio, instalaciones auxiliares, zonas de depósitos, etc.) mediante el acondicionamiento del terreno y la restauración de la vegetación. Se empleará hidrosiembra y plantaciones en aquellas zonas que reúnan las condiciones adecuadas para su desarrollo. Se utilizarán plantaciones de especies autóctonas en los desmontes y terraplenes de altura superior a 1,5 m, en una densidad aproximada de 1.500 pies por hectárea, distribuyéndolos irregularmente a lo largo de todo el terreno.

– Se deberá vigilar que, durante la realización de explanaciones y la generación de taludes, no se produzca un incremento en la presencia de ejemplares de especies de flora alóctona, para lo cual, el proyecto de construcción incorporará un plan de erradicación y control de cada una de dichas especies.

No se emplearán colores agresivos, que impliquen un importante contraste cromático y, para mejorar la percepción paisajística de la infraestructura, se establecen las siguientes medidas complementarias:

– Se creará de una red de carriles bici que conecten, por un lado, ambas márgenes del río Guadalquivir mediante la realización de un carril bici entre el tramo de vía verde del área metropolitana de Sevilla asociado al encauzamiento del río Guadaíra y el enlace de la SE-660 (Coria del Río). Por otro lado, otro trazado que una el anterior carril bici con la margen izquierda del río Guadalquivir, bajo la sombra del viaducto.

– Se instalará un observatorio de aves en la ribera del río Guadalquivir, comunicado con el carril bici de acceso a la margen izquierda del mismo.

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