Antes de que el Ministerio de Sanidad impusiera el uso obligatorio de mascarillas en centros de salud y hospitales, mientras en comunidades como Andalucía seguían solo recomendándolas, el Colegio de Farmacéuticos de Cádiz pedía implantar esta obligatoriedad ante la incidencia de virus respiratorios. De hecho, en la última semana de diciembre, el informe actualizado del SAS situaba la incidencia de la gripe en 808,2 casos por cada 100.000 habitantes en el distrito sanitario Jerez-Costa Noroeste, un 3,5% más que la semana anterior y la segunda más alta de Andalucía.
A falta de que se actualicen los datos, la tónica de la última semana ha sido de “estabilización” de una tendencia al alza cuya explosión se dio a finales de noviembre y en los primeros días de diciembre, coincidiendo con el Puente de la Inmaculada. Y Jerez, con el ambiente multitudinario de las zambombas, lo acusó todavía más. “Esos días la venta de test dobles de Covid y gripe se multiplicó como mínimo por diez. Nosotros, las farmacias, somos el primer semáforo de todo, y a partir los casos de contagio fueron subiendo”, señala a VIVA JEREZ el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz, Alberto Virués.
Luego vinieron las cenas de Nochebuena y Nochevieja y la explosión de casos se fue manteniendo. “Cayeron núcleos familiares enteros con síntomas respiratorios intensos”, precisa, con una variante mucho menos suave que la del verano. “No era esa Covid y algunas personas más críticas han pasad la Covid y la gripe”, señala.
Pese a estas circunstancias, Virués no entiende cómo después de todo lo que vivimos con la pandemia y las vidas que se cobró el Covid, se le siga subestimando. “Tenemos la mente corta, hemos perdido la conciencia. Vamos a ir siempre detrás. Si vas en un autobús lleno de gente no puedes ir sin mascarilla y tosiendo. El Covid lo olvidamos muy pronto”, señala.
Ellos mismos, los farmacéuticos también lo han sufrido en sus propios centros de trabajo, por ellos y por sus clientes, especialmente. “Ya muchos compañeros optaban por protegerse en defensa propia, pero aunque no sean obligatorias recomendamos a la gente que entre con ella, como defensa, pero no solo por ellos, sino porque hay clientes que muy frágiles, puede tener cardiologías o ser inmunodeprimido y se lo pueden llevar al otro barrio”.
De igual manera, también destaca el papel “amortiguador” de las farmacias en este periodo de alta frecuentación para no colapsar las urgencias. “No entendemos cómo alguien puede ir por fiebre o dolor garganta a Urgencias; pásate por aquí y valoramos, no vayas allí y cojas lo que no tienes”.
Y una última recomendación a la población de riesgo (mayores de 60, enfermos crónicos, diabéticos…): “Que se vacunen. Hemos notado que la cobertura vacunar no es la adecuada este año. La concienciación de vacunación ha disminuido por los bulos y hay mucha gente reacia”.
