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Camarón, ?el que nunca morirá del todo?, se convierte en héroe literario

Dos años ha dedicado Montero Glez (Madrid, 1965) a escribir las 124 páginas de Pistola y cuchillo, una vida tan breve como lo fue la de su protagonista, José Monge Camarón, convertido, por primera vez, en héroe literario, adornado de todas las virtudes de quien "no ha muerto ni morirá nunca del todo

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Dos años ha dedicado Montero Glez (Madrid, 1965) a escribir las 124 páginas de Pistola y cuchillo, una vida tan breve como lo fue la de su protagonista, José Monge Camarón, convertido, por primera vez, en héroe literario, adornado de todas las virtudes de quien "no ha muerto ni morirá nunca del todo".

"En los seis años que seguí por toda España a Camarón sólo crucé con él un 'buenas noches' pero fue suficiente. No quería hacer una biografía sino revivirle a partir de una mentira, de una fábula", detalló en una entrevista con EFE Montero Glez.

La novela, que edita El Aleph Editores y Del Taller de Mario Muchnik, está narrada en primera persona por el autor, como ya hiciera, enumera, Cervantes en El Quijote o Benito Pérez Galdós en Fortunata y Jacinta y para
contribuir "a la mentira" se "caracteriza" de entrenador de gallos.

Con esa identidad, porque no quería ser "ni escritor ni periodista", "queda" una noche en la mítica Venta de Vargas, en San Fernando, con Camarón, para "amañar" una supuesta pelea de gallos y lograr "jurdoses" (dinero) para tratar en el extranjero la enfermedad que ya tenía al cantaor gaditano "más allá que acá".

"Yo no sé si 'el maestro' tenía problemas de dinero, lo que sé es que le vi, poco antes de morir, en un programa de televisión en el que decía que no tenía nada que dejar a los suyos y yo, como autor, sé que el artista siempre es el último en cobrar. Es un tema muy delicado pero pienso que no murió rico", dijo cauteloso.

No sabe si la familia de Camarón ha leído la novela y aunque barrunta que no también intuye que como la ha escrito "desde el cariño y el respeto" obtendría su "bendición".

"Es la familia de mi maestro y, por tanto, la mía también. Si el libro es un fracaso me lo comeré yo y si es un éxito lo compartiré con ellos, con eso queda dicho todo", subrayó el autor, ganador del Premio Azorín de novela 2008 por Pólvora negra, y residente desde hace quince años en Chiclana de la Frontera.

Montero Glez dedicó dos años a escribir Pistola y cuchillo, que tiene en su portada una fotografía de la mano de Camarón sosteniendo un cigarrillo.

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