Conviene profundizar cada vez más en la necesidad que tiene el ser humano de recibir caricias y estímulos para tener ilusión de vivir. La falta de reconocimiento afectivo lleva al desencanto, a la envidia, a la agresividad, a la pérdida del sentido de la vida, al absurdo y hasta a la muerte. El día de Reyes puede ser un momento oportuno para ilusionar a niños, jóvenes y mayores, aunque sea con un pequeño detalle, pero que haga ilusión por su sorpresa.
Psiquiatras, psicólogos, sociólogos y educadores están defendiendo que se hace absolutamente necesario estimular la imaginación y la fantasía con resortes positivos para llegar a conseguir, lo más posible, la autoestima necesaria para el desarrollo como personas libres. Por tanto, es obligación de los padres no sólo procurar el alimento, el vestido y la educación cultural y social, sino también favorecer y estimular las ilusiones y autoestima de sus hijos".
Por Juan de Dios Regordán Domínguez, director de Cáritas Local de Algeciras