La esclusa Puerta del Mar, clave para la navegabilidad de barcos que entran en el Puerto y para proteger a la ciudad de las inundaciones, ha concluido la renovación de los cuatro carros inferiores que permiten a las compuertas correderas de la infraestructura cumplir con su misión, una operación “de precisión” en el que han participado empresas del propio puerto y que se ha ejecutado por fases, que se inició en el año 2018 y que concluye ahora con la última actuación en la zona más próxima a la dársena.
La Autoridad Portuaria de Sevilla, que ha invertido en el mantenimiento de de las compuertas 1,5 millones de euros a lo largo de estos años, ha informado de la terminación “con éxito” de los últimos trabajos, los de renovación del carro inferior sobre el que se asienta la compuerta 6001 de la esclusa Puerta del mar, la que está más cerca de la dársena.
Esta pieza, aseguran desde el puerto, es “fundamental para el correcto funcionamiento de la infraestructura al permitir su apertura y cierre”, ha sido fabricada en las instalaciones de Megusa y la operativa ha corrido a cargo de Astilleros del Guadalquivir, ambas empresas radicadas en el Polígono industrial de Astilleros.
Con esta actuación, la APS ha concluido el mantenimiento de las compuertas de la esclusa, en la que se han invertido 1,5 millones para renovar los cuatro carros inferiores de las compuertas de la esclusa, trabajos que se han desarrollado durante las anualidades 2018, 2019, 2021, y ahora en 2024. “Las labores de mantenimiento se realizan con regularidad según las necesidades de la infraestructura y son clave para garantizar su buen funcionamiento”, aseguran desde la APS.
La esclusa Puerta del Mar, única en España, dispone de cuatro compuertas: dos están situadas en el lado del río Guadalquivir y dos en el lado de la dársena, son de tipo corredera y cada una de ellas dispone de un carro inferior, que permanece sumergido bajo el agua permanentemente, y sobre el que se apoyan las compuertas para permitir la maniobra de apertura y cierre.
Una operativa de alta precisión
El carro inferior renovado alcanza unas dimensiones de 5 metros de ancho por 4 metros de largo y pesa alrededor de 22 toneladas, según los datos facilitados por la APS. Por su parte, la compuerta tiene un peso de unas 800 toneladas y unas dimensiones de 42 metros de largo, 20,5 metros de altura y 5 metros de ancho. “Debido a la gran envergadura de estas infraestructuras, la maniobra para la renovación del carro ha requerido de una alta precisión y coordinación por parte de los equipos técnicos”, apuntan.
Los trabajos han comenzado con la colocación de la compuerta en posición de mantenimiento, aislada mediante un mamparo del cuenco de la esclusa. Después, la puerta ha sido elevada con tanques de flotación y con el apoyo de dos potentes grúas para poder realizar los trabajos en la parte inferior.
En este punto, ha dado comienzo la maniobra de extracción del antiguo carro y la introducción del nuevo. Estos trabajos se han desarrollado en compatibilidad con la entrada y salida de buques, por lo que la actividad del puerto sevillano no se ha visto afectada en ningún momento, aseguran.
La Puerta del Mar de Sevilla
La esclusa es una infraestructura que protege a la ciudad ante las inundaciones y, al mismo tiempo, la comunica con el océano Atlántico al permitir que los barcos entren en el Puerto de Sevilla, salvando los diferentes niveles de agua entre el río Guadalquivir y la dársena.
El funcionamiento de la esclusa es “sencillo y análogo a un ascensor”: el barco se sitúa entre las compuertas, se modifica el nivel del agua mediante gravedad, el barco sube o baja y, finalmente, con la apertura de la compuerta el barco sale con el nuevo nivel. El tiempo medio de paso de un buque por la esclusa es de 15 minutos, aproximadamente, exponen.
La entrada de buques al Puerto de Sevilla está marcada por las mareas. Al surcar por la canal de navegación los buques utilizan las mareas con el fin de aprovechar el nivel de agua suplementario que aportan las mismas y, de esta forma, incrementar el calado operativo optimizando la Eurovía del Guadalquivir.
Desde su puesta en marcha en 2010, esta infraestructura ha permitido la entrada de buques con mayor capacidad y, por lo tanto, con más carga, favoreciendo el acceso marítimo a Sevilla e impulsando el potencial logístico e industrial del Puerto y de la propia ciudad, así como el transporte en barco -el medio más sostenible y eficiente- para mover mercancías, graneles, etc.
