Sevilla se reivindica a través de sus Medallas y mirando el "sueño colectivo" del 29

Sevilla se reivindicó en el día de su patrón, San Fernando, a través de la treintena de personas, instituciones y entidades a las que la ciudad reconocía con sus Medallas de Oro, en una gala conducida con gran maestría por el humorista Manu Sánchez, y que estuvo cargada de risas pero también de lágrimas contenidas, con Manuel Carrasco y con Antonio Burgos, pero no los únicos, en una gala en la que el alcalde compartió el sueño común de la Sevilla del 29, la que celebrará la Exposición Iberoamericana como hito para una nueva transformación, pero también reclamó para los cambios, porque “no somos cortoplacistas”.

La gala, celebrada en Fibes y por la tarde noche al coincidir este año con el Corpus, fue conducida con bastante buen humor por Manu Sánchez, que no dejó pasar oportunidad para mezclar el chiste (ninguno fácil) con la emoción, recorriendo la trayectoria de cada uno de los galardonados pero también jaleándolos, como con los colegios, e incluso compartiendo anécdotas personales, del humor a la tragedia, como buen sevillano que ve a Sevilla como el alfa y el omega pero también como la “culpable de todos sus egos”. “Sevilla es siempre Sevilla”, decía.

Alternada con numerosas actuaciones, incluso la banda de la Cruz Roja actuó al completo en el escenario para celebrar su medalla, la gala tuvo momentos para el recuerdo, para la nostalgia y para la reivindicación, aunque llegó a su culmen cuando Manuel Carrasco recogió su distinción como Hijo Adoptivo, “que de facto ya era sevillano”, con un público más que entregado durante su actuación.

Lo completó el recuerdo emocionado de los presentes a Antonio Burgos, Hijo Predilecto de la ciudad a título póstumo, al que recordó también José Luis Garrido Bustamante, periodista y escritor, "voz privilegiada de Sevilla", que fue el encargado de hablar por los galardonados y que también recordó con emoción a Carmen Sevilla.

Un sueño compartido, el de la Sevilla del 29

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que se estrenaba en este acto puesto que el año pasado lo presidió su antecesor Antonio Muñoz pocos días después de las elecciones, invitó a los sevillanos a formar parte de un “sueño colectivo”, la celebración del centenario de la Exposición Iberoamericana del 29, para que “suponga para nuestra ciudad la gran transformación del siglo XXI, contando con la participación de instituciones públicas y privadas y, sobre todo, de la ciudadanía y el conjunto de la sociedad”.

Sanz aseguró que quiere “generar cohesión y aunar esfuerzos” para conservar ese legado pero también como una “oportunidad para el crecimiento, los desarrollos urbanísticos y la realización de las infraestructuras de movilidad necesarias para Sevilla”.

El futuro lo situó en Cartuja y su innovación, en el río con Altadis, Cigarreras y el nuevo distrito portuario, en el sector aeronáutico y en el aeroespacial y en un turismo que respete la convivencia, del que obtener “ingresos que reviertan en el mantenimiento y conservación de los servicios públicos y en el patrimonio”, aunque no olvidó que “Sevilla no será nada si no hacemos un frente común contra la pobreza y las desigualdades”, haciendo referencia a los barrios más pobres de España.

“No nos gusta el cortoplacismo. No somos amigos de las prisas ni esclavos de la inmediatez. Estamos sentando las bases de un gran proyecto. Y nadie nos va a detener. Nada ni nadie van a impedir que sigamos nuestro camino, porque ningún gran hito se ha hecho en dos días. Ninguna casa se empieza por el tejado. Todo requiere su tiempo”, se reivindicaba.

Además de Manuel Carrasco, Antonio Burgos y Garrido Bustamante, entre los galardonados se encontraban los empresarios Francisco Rodríguez Rodríguez (Calzados Paco Rodríguez; y Juan Suárez Salas y Juan Antonio López Olmos (Covey); al metereólogo José Antonio Maldonado Zapata, el letrado Eugenio Suárez Palomares; la empresa Ghenova Ingeniería, empresa de ingeniería multinacional creada en Sevilla; y el fundador de Servitrade, Francisco García Campos.

A título póstumo recibió la medalla Carmen Sevilla, y al compositor Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, Manuel Alejandro; el bailaor Manuel Marín, y el compositor José Abraham; reconociendo la labor de Alberto Gallardo Aguilar; la hermandad de la Estrella; el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla; la Banda de Música de la Cruz Roja, y el historiador Joaquín Egea López.

Se sumaron también al reconocimiento la investigadora Estefanía García Guerrero; el médico Fernando de la Portilla de Juan; los colegios Borbolla, Vélez de Guevara y Sagrado Corazón; la Fundación Psicopediatría; la Policía Nacional en su bicentenerio; la Casa de Jaén de Sevilla, y Baldo Peña.

Por último, por sus méritos deportivos han sido distinguidas las futbolistas Olga Carmona e Irene Guerrero, ambas campeonas del Mundo con la Selección, y como embajador de la ciudad, el grupo musical Siempre Así.