Todos los años, en el día previo a la salida procesional del Corpus Christi desde la Parroquia de Nuestra Señora de la O, la Asociación de Belenistas y Amigos del Camino de Santiago TAU confeccionan alfombras de sal que tapizan el suelo de un brillante colorido. Una iniciativa con la que se vuelca buena parte del pueblo para cumplir con esta bonita tradición: desde los más pequeños, hasta las hermandades religiosas e incluso grupos políticos. Todos pusieron, un año más, su granito de arena- o mejor dicho de sal- para esparcir 6.000 kilos de sal teñida entre cinco alfombras que cubren casi al completo la céntrica plaza Juan Carlos I, extendiéndose por toda la longitud de la calle Fray Baldomero González y, en el lado opuesto, prácticamente hasta el cruce con la calle Cuatro Esquinas.
Las alfombras, diseñadas por la Asociación de Belenistas y Amigos del Camino de Santiago TAU, Rosabel Martín y Carmen Miranda, representan distintos elementos distintivos de la fiesta del Corpus Christi como la paloma, el racimo de uva, el cáliz, la vidriera de colores o el cuerpo de Cristo. El blanco y el azul se utilizaron como los tonos principales, de base, aunque también se emplearon el naranja y el amarillo para resaltar los bordes haciendo el conjunto más vistoso. Ya, para finalizar, espolvorearon por encima una fusión hecha a base de distintos colores para aumentar el atractivo de su obra.
Junto con todo el equipo de colaboradores, comenzaron la tarea a primera hora de la mañana, en torno a las 7:00h., para evitar el calor, aunque las elevadas temperaturas comenzaron a sofocar pasado el mediodía, cuando aún continuaban ultimando los detalles de una creación artística que acaparó la atención de los muchos visitantes que transitaron la zona. El factor meteorológico siempre se debe tener en cuenta a la hora de confeccionar una alfombra de sal pues, mientras la lluvia siempre son problema importante, el viento lo es aún más. Las rachas de levante que se esperan para este fin de semana, pese a que el calor continuará apretando, amenazan con estropear la mezcla, especialmente pasadas unas horas cuando la sal se haya secado y solidificado tras su colocación, pero desde Chipiona cruzan los dedos para que todo se mantenga impoluto y el Corpus Christi pueda desfilar mañana sobre una alfombra de sal, colorida y radiante.