Recordar que fue inhabilitado 6 meses por haber pagado con retraso una deuda de los socialistas, tiene guasa el asunto.
Y explicar que esta vez ha sido condenado a 7 años y medio de inhabilitación para cargo público por ingresar de forma fraccionada en las arcas municipales el importe de la venta de una parcela, que si hoy se hubiese vendido se habría ingresado menos de la mitad de su anterior valor, tal y como recoge la propia sentencia. Por eso lo han condenado, por ingresar el dinero de la venta en el Ayuntamiento en tres veces, algo que nadie impidió ni alertó a la firma de la operación municipal en el notario.
Habría que recordar que a Juan Carlos Juárez le retiraron el pasaporte porque le acusaban de cohecho, alteración del precio de las cosas, estafa, malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales y asociación para delinquir. Todas estas acusaciones, tras años de espera, han resultado ser falsas, como demuestra la sentencia judicial. Por ello las costas judiciales deberán ser pagadas por los canallas que le denunciaron. Y llegado a esto, a Juárez no le quedan más asuntos con la justicia, mal que les pese a estos indeseables que rodean el mundo de la política.
El saldo de estos años es que Juárez es inocente, pero culpable de haber pagado tarde una deuda generada en época en la que gobernaba el PSOE, y culpable de haber fraccionado el pago por la venta de una parcela.
En resumen, todo un corrupto de la política. Ha sido investigado por los cuerpos de seguridad de Estado, ha sido objetivo de la fiscalía anticorrupción (la misma que aseguró preliminarmente que se habían repartido dos millones de euros).
Ha sido acusado de todo, ha sido investigado en bancos nacionales y extranjeros, han intentado meterlo en la cárcel, le han privado temporalmente de la libertad de poder viajar al retirarle el pasaporte, ha sido vilipendiado por personajes como González Cabaña, que tiene a sus espaldas un caso familiar de corrupción política parado desde hace años en los juzgados y que le han obligado a medicarse porque no soportaba la presión mediática (el caso Pericopapa), delincuentes como Rodríguez Menéndez, que fue alentado por Jesús Gil en connivencia con el PSOE, otros que pululan por mi pueblo, también delincuentes como el bizco del gorro verde, por el PSOE local que compartió mesa y micro para insultarnos con otro prenda como Coto Matamoros, y un largo etcétera de canallas que han logrado inhabilitar a un alcalde con mayúsculas, porque era la única forma de ganarle anti democráticamente, ya que no tenían los arrestos de conseguirlo en las urnas. No podemos olvidar que los sinvergüenzas que han logrado que lo inhabiliten sí tienen en sus genes los delitos que al señor alcalde han querido imputar.
Pero no podemos olvidarnos de Carlos Ruiz Calama, al que también le pedían lo mismo, y ha sido condenado por pagar tarde a Hacienda los impuestos correspondientes a la compra venta de una parcela familiar, que nada tiene que ver con este asunto, pero que para darle más morbo al mismo había que incluir. En fin, como decía Juárez, un dislate.
Felicitar a Paco Muñiz, Mari Cruz Atienza y a Juan Montero por salir absuelto de todos los cargos, pero tenían que pasar por la pena de banquillo para mayor regocijo de estos innombrables. Y claro está, felicitar también a Agustín y a Sergio (secretario e interventor), inocentes a los que han llevado hasta el final porque también necesitaban tener rehénes de la función publica a los que amenazar, amedrentar e insultar durante todo este procedimiento eterno.
En definitiva Juan Carlos Juárez Arriola merece un reconocimiento popular de apoyo por su inocencia demostrada y que sienta el calor de que hoy más que nunca nos sentimos orgullosos de que durante estos años haya representado a La Línea de la Concepción.