Santiago quiere implementar una tasa turística, que oscilaría entre 1 y 2,5 euros por noche, con la que prevé recaudar tres millones al año, y, en su afán de sumarse a ciudades como Barcelona, Tarragona, Ibiza, Girona, Menorca y Palma, el gobierno local ha presentado este jueves un informe sobre los gastos relacionados con la masificación y el mantenimiento del patrimonio.
El documento, remitido a la Xunta, ha sido realizado al amparo de un convenio con la Universidad de Santiago a favor de un pacto local por un turismo sostenible, y ha sido explicado por los catedráticos de la Universidad de Santiago Rubén Lois y César García Novoa, que han apuntado que recoge cuestiones estadísticas referentes al número de turistas, la procedencia de los mismos y la duración de las estancias.
También analiza la presión del turismo sobre la ciudad y refleja una situación de “sobreturistificación”, con una presión turística de 9,4 visitantes por habitante, un dato que sitúa a Santiago como una de las urbes con más presión de toda España, después de que la capital gallega emergiese “como uno de los destinos urbanos y culturales” del país, “más allá del fenómeno del Xacobeo”, ha señalado el catedrático de Geografía de la USC Rubén Lois.
Aumenta el gasto en limpieza
Actualmente, “la llegada de visitantes duplica las cifras de hace 20 años”, con lo que ha aumentado el coste de servicios tales como la limpieza de la ciudad, la conservación del patrimonio o la seguridad ciudadana.
La aplicación de la tasa turística pretende recaudar, por eso mismo, fondos para hacer frente a este tipo de gastos e inversiones.
La propuesta contempla así el cobro de un impuesto que variaría en función del alojamiento utilizado, por lo que oscilaría desde un euro por día y noche para los usuarios de establecimientos de menor categoría, como pensiones, hostales y cámpines, hasta los 2,5 para los de mayor nivel.
El tributo se aplicaría en las primeras seis noches que los turistas pernocten en la ciudad y no tendría que abonarse a partir de esa última, independientemente de la duración de la estadía.
Además, se está analizando la posibilidad de implementar un gravamen para las personas que no pernocten en la capital gallega, con la aplicación, por ejemplo, de un impuesto a los excursionistas que lleguen en autobús, aunque sin llegar a cobrar directamente por entrar en la ciudad de Santiago, como recientemente sí ha aprobado Venecia.
Según los expertos en derecho que han elaborado el informe, la fórmula aplicada en Venecia no tendría cabida en el ordenamiento jurídico español.
El catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la USC César García Novoa ha explicado que la “figura tributaria” correspondiente sería la de “impuesto propio de la Comunidad, cedido a los ayuntamientos”.
Para ello, el documento incluye un borrador de un posible proyecto de ley para su tramitación en el Parlamento de Galicia porque el ordenamiento jurídico en España no contempla que las administraciones locales puedan crear impuestos.
Por ello, sería necesaria esta figura tributaria “plenamente constitucional” y a la que podrían adherirse los ayuntamientos que así lo quisiesen y soliciten ser declarados como municipios de alto impacto turístico o alto impacto turístico estacional.
El experto en derecho financiero ha explicado que esta es la fórmula que más se ajusta a la implantación de este tipo de gravamen porque crear un impuesto solo para Santiago de Compostela “no tendría mucha viabilidad”.
No hay "argumentos consistentes en contra"
García Novoa ha insistido en que desde su óptica no ven "argumentos consistentes en contra de la creación de este impuesto” que la Xunta pueda emplear para negarse a crear el citado tributo.
Con todo, debe ser la Xunta la administración que deba dar luz verde a esta propuesta, ha indicado.
Tras la presentación del documento, la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, ha saludado el estudio y ha reprochado al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que no haya accedido a mantener un encuentro institucional para abordar una propuesta de este calado.
“A este gobierno le habría gustado haber tenido la oportunidad de tratar este documento de manera directa” con el ejecutivo autonómico para “hablar de las diferentes posibilidades, porque hay cuestiones que pueden modificarse”, ha expresado.
La alcaldesa no quiere "perder el tiempo"
Y la regidora ha insistido en que el documento remitido a la Xunta es “una propuesta”, por lo que podrá ser modificada, aunque la intención del ayuntamiento es “no perder el tiempo” porque “hay que tomar decisiones ya” para que la tasa turística en la capital gallega pueda ser “una realidad lo más pronto posible”.
Ha pedido Sanmartín, al hilo de esta observación, que se tramite “por urgencia” al entender que hay fórmulas de tramitación exprés, o que incluso podría hacerse a través de la ley de acompañamiento, empleada por el gobierno gallego en numerosas ocasiones, ha recordado.
De hecho, ha ido más allá al afirmar que la tasa turística “ya podría estar vigente si el presidente de la Xunta y el PP quisiesen”.
Como colofón, Sanmartín ha hecho especial hincapié en que la puesta en marcha de este impuesto “es un clamor y es una medida que quiere la inmensa mayoría de la gente de la ciudad”.