El laberinto de los ERE, que vuelve a la Audiencia de Sevilla para que dicte nuevas sentencias después de las recientes resoluciones del Tribunal Constitucional (TC), encara un proceso largo, de meses, que está plagado de incógnitas sobre cómo será el procedimiento judicial, ya que no existen precedentes.
La revisión de la docena de recursos del caso ERE ha acabado esta semana en el Tribunal Constitucional con sentencias que rebajan las penas de inhabilitación de ex altos cargos como el expresidente Manuel Chaves, y la anulación de condenas de cárcel por malversación a otros como el que fuera su sucesor, José Antonio Griñán.
Las notificaciones del Tribunal Constitucional, en las que ordena que se elaboren nuevas sentencias, están llegando poco a poco a la Audiencia de Sevilla, ya que las revisiones se han hecho en varias semanas. Las últimas, que hacen referencia a los expresidentes de la Junta, no han llegado todavía.
Una vez que estén todas notificadas, el primer paso, que será siempre después del verano porque agosto es un mes inhábil, será la constitución de la sala. El problema radica en que sólo una de los tres magistrados que en su momento dictaron la sentencia de los ERE sigue en la Audiencia Provincial.
La primera incógnita, por tanto, estará en cómo se conformará la sala. Después, habrá que determinar cómo es el procedimiento judicial y si, por ejemplo, se dará vista a las partes, ya sea con una convocatoria o a través de un trámite de alegaciones por escrito.
Se trata de "un melón por calar" en el que es "muy difícil" hacer una aproximación de cómo será el proceso, según han explicado a EFE fuentes judiciales, que prevén un camino largo porque "existen muchas dudas" por la falta de referencias similares.
Respecto a la posterior deliberación del tribunal, que previsiblemente llevará "meses", también existe la duda de si desembocará en una única nueva sentencia o en diferentes sentencias judiciales.
El Tribunal Constitucional ha resuelto de forma independiente cada recurso, pero tanto la Audiencia de Sevilla como el Tribunal Supremo, en su momento, dictaron una única sentencia, por lo que "la lógica jurídica" apuntaría a ese mismo procedimiento.
Diferentes casuísticas
Entre los nuevos fallos que deberá dictar la Audiencia de Sevilla hay diferentes casuísticas. De la docena de recursos, diez han sido estimados parcialmente y dos rechazados -los del exconsejero José Antonio Viera y el director general de Trabajo Juan Márquez-.
Las resoluciones, adoptadas con la mayoría progresista de siete magistrados frente a los cuatro conservadores, suponen un vuelco a la sentencia dictada en la pieza política del caso, cuyos protagonistas fueron condenados ya por la Audiencia y ratificados por el Supremo.
En el caso de Griñán, la consecuencia inmediata de la revisión del TC es que el expresidente, que no llegó a ingresar en prisión para cumplir su condena de seis años debido a su enfermedad, no entrará definitivamente en la cárcel, ya que se ha anulado la malversación.
Como él, otros ex altos cargos han visto anuladas o reducidas sus condenas de malversación y cinco de ellos han salido ya de prisión, como la exconsejera Carmen Martínez Aguayo, que estaba en régimen de tercer grado en un CIS.
Diferente es el caso del exconsejero Antonio Fernández, del que se deberán "reducir", pero no anular, las penas de cárcel.
En cuanto a la prevaricación, obliga a reducir la condena de nueve años de inhabilitación del expresidente Manuel Chaves o de la exministra Magdalena Álvarez, o de 15 de Griñán, entre otras.
Todos ellos esperan ya una nueva sentencia, en una especie de 'déjà vu' que vuelve a poner el caso en el foco político y judicial tras casi década y media. Además, dicte lo que dicte la Audiencia, será recurrible, por lo que todavía quedan varios capítulos por escribir.