El acceso a la conocida como Playa de la Torre del Loro, en el Espacio Natural de Doñana en la provincia de Huelva, ha reabierto después de siete años cuando quedó "muy afectado" por el incendio de Las Peñuelas, una vez concluidas todas las obras de acondicionamiento del camino.
De esta forma, según ha informado este viernes el Espacio Natural de Doñana (END) ya se puede acceder a la misma en condiciones de seguridad para las personas usuarias.
El acceso está diseñado a través del último tramo de una vía pecuaria denominada Vereda Camino del Loro, que discurre por una vaguada que secciona los espectaculares acantilados del Asperillo, por lo que este trazado es más que un simple acceso, es un sendero muy interesante.
Discurre paralelo al Arroyo del Río Oro, uno de los valiosos arroyos atlánticos de la costa occidental de Doñana; su nombre se debe originalmente al color amarillento de las arenas por las que fluye, color de oro, nombre que con el paso del tiempo degeneró en "Arroyo del Loro" y por el que mayoritariamente se le conoce en la actualidad.
La cuenca de este arroyo es bastante pequeña y además se vio alterada por la construcción de la carretera que une las urbanizaciones de Mazagón y Matalascañas, por lo que la mayor parte de su caudal deriva de las descargas del acuífero, lo cual le permite tener unas características muy peculiares que facilitan la presencia de multitud de especies de flora algunas de las cuales son bastante raras y exclusivas como el helecho de pantano (Thelypteris palustris).
Otras especies presentes en este pequeño tramo de aproximadamente 1.000 metros son helecho real, (Osmunda regalis), el arraclán (Frangula alnuns) o el sauce (Salix atrocinerea).
En la playa se encuentran los restos del Bien de Interés Cultural "Torre del Loro", una de las torres almenaras que jalonaban la costa onubense desde el siglo XVI, y que actualmente sirve de punto de referencia como punto de unión de los cuatro términos municipales de Almonte, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera.