La empresa Funecan89, con sede social en Villanueva de la Cañada (Madrid), ha presentado a la Junta de Andalucía un proyecto para la instalación de un crematorio de animales de compañía en una nave del polígono industrial de Salteras, a unos 10 kilómetros de Sevilla capital. La empresa prevé la generación de dos empleos estables, que en función de la coyuntura o de la temporada podrían llegar a ser tres.
El objetivo es dar un carácter más cercano al final de la vida de las mascotas, permitiendo a sus dueños poder darles una despedida más digna, cercana y acompañarlos en todo el proceso hasta la despedida final"Salteras se caracteriza por disponer de varias zonas de recreo exclusivo canino habilitadas por el Ayuntamiento, dado el número de mascotas existentes en la localidad. Esta circunstancia, unida a su ubicación geográfica en el Aljarafe y su escasa distancia a Sevilla capital, ha influido en la elección por Funecan89 de la nave número 10 situada en el número 275 de la calle Baleares, dentro del polígono industrial de este municipio, para montar un horno crematorio de animales de compañía que ha sometido a evaluación ambiental por parte del Gobierno andaluz.
Según la empresa promotora, en la actualidad el sector de las mascotas está en pleno auge. La cada vez más creciente conciencia sobre el bienestar animal motiva que las personas busquen servicios para el cuidado de sus mascotas. "Fruto del cuidado y amor cada vez más común entre la población hacia sus mascotas -puede leerse en el proyecto-, nace la necesidad de dar un servicio al final de la vida de cada animal, de manera que se evite la eliminación mediante cremaciones conjuntas, que eran más frecuentes anteriormente".
El objetivo declarado de este proyecto es "dar un carácter más cercano al final de la vida de las mascotas, permitiendo a sus dueños poder darles una despedida más digna, cercana y acompañarlos en todo el proceso hasta la despedida final. Las instalaciones contarán con todos los servicios y detalles necesarios para asegurar la despedida que se merecen las mascotas de sus clientes, desde una sala de despedida con vistas al incinerador. Se busca el trato cercano con el cliente particular, sin olvidar las clínicas veterinarias para las incineraciones de todos aquellos animales que carecen de dueños o que su cremación individual no es solicitada".
EL SISTEMA
El proceso comienza con la recogida de los diferentes residuos SANDACH (técnicamente, subproductos de origen animal no destinados a consumo humano), concretamente cadáveres animales de mascotas, para ser trasladados hasta las instalaciones, donde se procederá a su tratamiento y cremación.
La procedencia de estos cadáveres puede ser diferente. Por un lado, existe un sistema de recogida de animales en las clínicas veterinarias de la zona que lo soliciten; por otro, el servicio puede ser solicitado para ejecutarse en el domicilio particular. Y también existe la recogida en las instalaciones.
Esta recogida se lleva a cabo por un vehículo propio, cuyo personal se encarga de trasladar los cadáveres desde su origen hasta su llegada a las instalaciones. Las características técnicas de este vehículo y metodología del transporte cumplirá con la normativa SANDACH, de manera que tal y como se indica en la normativa el lugar al que serán transportados los cadáveres de mascotas estará sobre un depósito estanco que impedirá posibles vertidos, del mismo modo que el vehículo será isotermo.
Una vez que se reciben los animales, los cadáveres entran en la sala de preparación. En esta etapa se llevan a cabo todas las labores de adecuación del cuerpo. Esta preparación corresponde a motivos estéticos, previos a la colocación del animal en la sala de despedida (en el caso de que proceda).
La congelación es una etapa es necesaria para el mantenimiento del animal en condiciones óptimas, con el fin de retrasar la descomposición natural del cuerpo y el desarrollo de riesgos biológicos. Cabe destacar que, en el caso de incineraciones individuales, si la carga de trabajo lo permite la congelación no será necesaria, ya que el animal pasa directamente de la preparación a la incineración.
En la sala de trabajo y preparación se halla ubicado el horno incinerador de restos orgánicos, con una carga máxima de 65 kilogramos. Esta máquina está certificada por la CE y cumple con todas las normativas actuales de la legislación de la Comunidad Europea y los Reales Decretos de España.
Las especificaciones técnicas del equipo son las siguientes:
Las incineraciones se pueden llevar a cabo de forma individual o colectiva. En el primer caso las cenizas se entregan a los dueños de la mascota.
El equipo empleado en las instalaciones usara como combustible GLP.
Los valores límites de emisión se recogen en el Real Decreto 815/2013, de 18 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de emisiones industriales y de desarrollo de la Ley 1/2016, de 16 de diciembre, de prevención y control integrados de la contaminación. Los valores límite se refieren a una temperatura de 273,15K, una presión de 101,3 kPa y previa corrección del contenido en vapor de agua de los gases residuales, normalizados al 11% de oxígeno.
