El estudio Impacto en la deducción fiscal a la suscripción voluntaria de seguros privados de salud propone esta medida en plena crisis económica, porque “serviría para descargar la presión asistencial y financiera del Sistema público de salud”, ha informado el catedrático Juan Iranzo, director general del Instituto de Estudios Económicos.
Sin embargo, la propuesta no es novedosa porque hasta finales de la década de los noventa el IRPF permitía al contribuyente deducirse hasta el 15% de los servicios médicos y seguros privados en asistencia sanitaria que libremente adquiriese.
Iranzo ha apuntado que, en términos económicos, las deducciones por esta prestación pasaron de los 173,5 millones de euros en 1990 a 656,6, un incremento del 278,5%, por lo que en 1998 se aprobó la modificación del impuesto de la renta sobre las personas físicas, eliminando dicha desgravación.
El secretario general del IDIS, Juan Abarca, ha confesado que en ese momento “había muchas trampas” puesto que la gente incluía en las deducciones asuntos distintos al indicado y, además, los gastos administrativos de esa actuación revertían en “facturas elevadas”, factores ambos que actualmente se deberían corregir.
El vicepresidente del IDIS, Iñaki Peralta, ha explicado que el estudio se ha realizado en base a la población con rentas inferiores a 30.000 euros.
La puesta en marcha de esta iniciativa también supondría un ahorro medio de 300 euros al año en las familias de cuatro miembros que contrataran seguros sanitarios privados y un posible incremento en la recaudación del Estado a través del Impuesto de Sociedades y otros tributos de más de 18,9 millones de euros.
“Las familias serían las principales beneficiadas, ya que se contribuiría a la generación de ahorro y se facilitaría el acceso de éstas a los servicios sanitarios privados”, ha esgrimido.
Según este análisis, tendría además un impacto directo en el número de asegurados individuales.