La regla de oro para evitar molestias es no estrenar zapatos el mismo Domingo de Ramos. Desde días antes, “tenemos que ponérnoslo progresivamente con el fin de que se adapte a nuestro pie y evitar tacones de más de 5 centímetros en mujeres y 2 centímetros en hombres, y las punteras triangulares”, apunta Carmona.
En el caso del cuidado de los pies de los nazarenos, no es recomendable realizar la estación de penitencia descalzo, especialmente si se es diabético o se tienen problemas circulatorios. “En caso de que lo hiciera, hay que proteger las zonas con heridas para evitar posibles infecciones”, señala el joven podólogo. Al llegar a casa es importante eliminar la suciedad de los pies y aplicar un antiséptico y una adecuada hidratación, evitando el espacio entre los dedos. “Si aparecieran ampollas, no abrirlas nunca”, advierte Carmona.
El podólogo resalta la importancia de la utilización de calcetines de fibras naturales. “No hay que sumergir los pies en agua caliente antes de salir en la cofradía, porque se reblandece la piel y se abre la entrada de posibles infecciones”, señala. Al llegar a casa, es preferible aplicar baños de contraste, “es decir, alternar agua fría y caliente en lugar de baños de agua con sal prolongados”, concluye
Las claves
Prevenir días antes de la Semana Santa
Los expertos aconsejan una revisión de nuestros pies realizada por un especialista para prevenir posibles daños provocados por las ´caminatas´.
Baños de contraste `al volver´ a casa
Nunca hay que sumergir los pies en agua caliente antes de salir en la cofradía, pero sí realizar baños alternando agua fría y caliente al volver a casa.