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Matrícula de deshonor

La mentira de Colón

Está claro que todas las mentiras no son iguales o tienen el mismo fin; cada una de ellas está diseñada para conseguir unos propósitos

Publicado: 15/10/2024 ·
13:29
· Actualizado: 15/10/2024 · 13:29
  • Colón.
Autor

Federico Pérez

Federico Pérez vuelca su vida en luchar contra la drogadicción en la asociación Arrabales, editar libros a través de Pábilo y mil cosas

Matrícula de deshonor

Un cajón de sastre en el que hay cabida para todo, reflexiones sobre la sociedad, sobre los problemas de Huelva, sobre el carnaval...

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La mentira es uno de esos contravalores más extendidos en nuestra sociedad, un hecho que todos de una u otra manera hemos utilizado a lo largo de nuestra vida. Es curioso, pero es una de esas artimañas que todo el mundo repudia, pero a la vez, más utiliza en el día a día. Mentir no es más que decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, se cree o se piensa, sin importar los motivos por o para lo que se hace. Está claro que todas las mentiras no son iguales o tienen el mismo fin; cada una de ellas está diseñada para conseguir unos propósitos y, dependiendo de esas intenciones, así será la mentira. 

Pero el hecho de mentir tiene excesivas connotaciones, no es lo mismo mentir para evitar malestar a los demás que falsear datos para lograr arrebatarle el Decanato a un equipo de futbol, por ejemplo. A lo largo de la historia han existido grandes mentiras que han tenido un impacto significativo en la sociedad, la economía, la política, la guerra, la cultura, etc., algunas de ellas, condicionando el futuro, e incluso, marcando nuevas eras. Muchas de estas mentiras se convirtieron en teorías, otras en doctrinas, religiones e incluso simpáticos bulos que convencieron a toda una generación: recordemos la famosa ‘Nocilla de Ricky Martín’, que nada tiene que ver con la intención de ocultar el cáncer con una capa de arena, por muy gruesa que sea dicha capa.

Una de esas grandes invenciones fue el nacimiento del Almirante Cristóbal Colón, que guardó celosamente a lo largo de su vida, manteniéndose hasta la fecha como uno de los grandes enigmas por descubrir. Hace unos días pudimos ver el documental ‘Colón ADN. Su verdadero origen’, que tras 20 años de investigación desvela el lugar en el que se encuentran sus restos, y su procedencia, esto último, no muy conciso pero sí aclaratorio para confrontar esas mentiras que se utilizaron para intentar convertirlas en verdades, que a partir de ahora tendrán que desmontar. El supuesto genovés, guardó tan celosamente este hecho que, tras 500 años, aún seguimos con esa incógnita, aunque dicho documental no desvele el lugar preciso, sí deja clara muchas de esas mentiras intencionadas que se han repetido hasta la saciedad, llegando a convertirse en una verdad implantada en los libros de historia. ‘Las patas’ de dicha falacia no han sido cortas, pero al final, como pasó con el famoso puente a Punta Umbría, el aeropuerto, la carretera directa a Cádiz, el AVE y un sinfín de mentiras que hemos tenido que tragarnos los onubenses, toda mentira tiene un final, y el Colón, judío y español, sale a la luz para esclarecer los falsos intereses de unos pocos, que hoy, deben estar desmontando su propia historia. 

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