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España

"Estoy más preparado que nunca para ser presidente de la Generalitat o del Gobierno"

Asegura que "jamás" ha pensado abandonar la política y que decidirá su futuro profesional "con tranquilidad"

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El expresidente del gobierno valenciano Francisco Camps asegura estar "más preparado que nunca" para ser "presidente de la Generalitat valenciana o del Gobierno" y reivindica su trayectoria política como un "cursus honorum romano". "No he llegado a ministro, pero he estado cerca", afirma en una entrevista en Telva, de la que la revista adelanta una primera parte en su edición digital.

"Fui concejal del Ayuntamiento de Valencia y arreglé el tráfico en la ciudad. Y mire, aquí ya no existen los atascos. He sido consejero en el Gobierno valenciano, diputado nacional, vicepresidente del Congreso, delegado del Gobierno, presidente de la Generalitat valenciana... No he llegado a ministro, pero he estado cerca. Empecé ordenando el tráfico y terminé dirigiendo todo el escenario, que es lo bonito, lo que a mí me gusta. Es que al final mi bagaje es impresionante...", afirma en la entrevista, recogida por Europa Press.

Camps recalca que "jamás" ha pensado alguna vez en abandonar la política y señala que pronto decidirá su futuro profesional. "Con traquilidad, Dios dirá", afirma, para destacar, preguntado por cuál ha sido su mayor pecado, que "ninguno".

En esta línea, cree que la imputación en la 'causa de los trajes' derivada del 'caso Gürtel' no le va a pasar "ninguna" factura, "absolutamente" porque ha demostrado "que la convicción derrota a cualquier tipo de presión". "Las dudas que cualquiera tuviera sobre mí están disipadas. Yo tengo la conciencia muy tranquila, y se ha demostrado que siempre dije la verdad", defiende.

El expresidente de la Generalitat habla del proceso judicial en el que resultó absuelto, y lo califica como "dantesco". Así, dice que cuando se publicó la primera información en relación con este caso sabía que su "condena estaba escrita" y que el camino para demostrar su "honor" sería "largo y duro".

El exjefe del Consell asegura que es "muy duro" aguantar la presión durante dos meses sentado en el banquillo y recuerda las llamadas al orden del presidente del jurado durante la vista. "Me llamaron varias veces la atención porque claro, llega un momento en que te acostumbras y te relajas un poco. Pero aquello era dantesco. Ese señor Crespo esposado, que no llevan así ni a los presos etarras. Esos supuesto amigos míos que pululaban por allí... Pero en fin. A veces no me contuve y le dije al juez un par de cosas tan fuertes que después me iba riendo yo solo en el coche", apunta.

En el momento en que oyó que el jurado le declaraba no culpable, subraya que sintió una satisfacción "inmensa y di gracias a Dios. Han sido tres años difíciles, pero eso no me ha impedido seguir trabajando por la Comunidad Valenciana. Gané las elecciones por la mayoría más amplia jamás obtenida. Sacamos más de medio millón de votos al PSOE".

MOMENTO DE LA DIMISIÓN

Camps asevera que el momento más difícil por el que ha pasado fue "sin duda" el de su dimisión, y describe la escena en la que decidió dejar su cargo, momento en el que estaban reunidos en su casa la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; Federico Trillo y su asistente, Juliete; el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino; el consejero de Justicia, Jorge Cabré; su mujer, Isabel Bas, y Mariano Rajoy por teléfono.

"Fue una reunión complicada, pero me di cuenta de que quería defenderme como un ciudadano más", explica. Camps destaca que "absolutamente" le ha compensado la decisión porque "he demostrado que tomando decisiones valientes se consiguen grandes objetivos". Asimismo, sostiene que "en todo momento" se ha sentido arropado por su partido y califica de "pura literatura" la posibilidad de que Trillo se desplazara a Valencia con la misión de invitarle a saltar o empujarle al abismo si no dimitía.

"Aquí lo que ha habido es una mala percepción de distintos factores exógenos a la política y a mi partido, personas que han llegado a creerse los dueños del país", sostiene. Camps argumenta que el proceso formó parte "de una estrategia montada por ciertos grupos de presión afines al PSOE con el fin de desestabilizar la Comunidad Valenciana. Hablo de lobbys con muy malas intenciones que quieren acabar con el PP".

En esta línea, apunta que sabía "que quienes habían puesto en marcha esta operación llegarían hasta el final, porque trabajan al margen de la ley. Supe desde un principio que el proceso sería duro, aunque es cierto que confiaba en que se resolvería antes".

NO SE ARREPIENTE DE NADA

En otro momento de la entrevista, Camps afirma que no se arrepiente de nada. "¡Pero si lo único que he hecho ha sido ganar elecciones y hacer que la Comunitat Valenciana se sintiera por primera vez en años fuerte, próspera, digna, moderna y leal a España!. Nos hemos situado como motor de este país. Durante el invierno nuclear del Gobierno de Zapatero, Valencia alumbraba el camino del futuro de España", mantiene.

Interpelado por si también ha situado a la Comunitat entre las autonomías con mayor déficit del país, Camps lo niega y atribuye la situación al déficit de financiación. "Lo que ocurre es que estamos deficitariamente financiados, que no es lo mismo. Un valenciano tiene veinte puntos menos de euro por cabeza que la media nacional. Hay otras comunidades con défict en las que nadie sabe dónde se ha invertido el dinero", sostiene y expone la construcción de hospitales, colegios, universidades, depuradoras, carreteras o aeropuertos.

"Jamás se había invertido tanto. Y lo hemos hecho siempre solos. Zapatero no puso ni un ero en la Comunidad Valenciana", defiende. Preguntado por si no cree que ha habido también "cierto despilfarro", afirma: "ahora se ha puesto de moda la austeridad, que está muy bien. ¡Pero es que esa ha sido mi bandera siempre!. Austeridad es hacer hospitales, colegios, depuradoras... Otra cosa es acompasar la prestación de un servicio económico real", y manifiesta que casi todo el presupuesto está destinado de antemano por lo que "no hay margen para el despilfarro".

Camps cita una larga lista de nombres de personas de las que ha aprendido en política como Barberá, José María Aznar, Mariano Rajoy, y recuerda también a Francisco Álvarez Cascos, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja, Josep Piqué, Feredico Trillo, Javier Arenas, Ángel Acebes o Loyola de Palacio. Preguntado por Eduardo Zaplana, dice: "sí, claro. Es el mejor equipo político de la Historia de España. A este nivel solo estarían Adolfo Suárez, Abril Martorell y poco más".

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