Las fotografías de Laura Brinkmann destacan por su naturalismo. En ellas, aparecen retratados personajes rodeados de los objetos de su vida cotidiana. En otras ocasiones estos personajes están solos, sin más compañía que su propia existencia y el humo. Sea como fuere, los protagonistas del trabajo de Brinkmann no se pueden encuadrar en el tipo de persona mediocre predominante en la sociedad contemporánea; se destacan del resto y, a través de la imagen estática, se puede advertir rasgos de su personalidad que los hacen únicos.
El humo
La artista utiliza el elemento humo para denunciar la soledad e incluso el aislamiento, muchas veces involuntario, que viven sus personajes. Desasosiego, incertidumbre y desorientación son algunos de los sentimientos que despiertan en el espectador los retratados gracias al humo, entre otros elementos.
La exposición busca la participación activa del espectador, que no quede indiferente ante lo que se le propone, una abstracción de la imagen que observa para profundizar en la sociedad contemporánea.
Hasta el próximo 31 de enero la sala de exposiciones Casaborne abre sus puertas para mostrar a los amantes y no amantes de la fotografía esta exposición de Laura Brinkmann.