ES UNA TRISTE noticia para la democracia el que los políticos en el Gobierno se dediquen a perseguir y a intentar multar a medios de comunicación locales.
El hecho de que un inspector, acompañado de la Policía Local, acuda a las instalaciones de una televisión local que lleva abierta más de 10 años, resulta un auténtico escándalo a todos los niveles. Más aún cuando se investiga sólo a los medios de comunicación que ofrecen opiniones críticas con los gobernantes, sin que se tenga constancia de que se estén realizando este tipo de inspecciones a las restantes empresas de comunicación de la ciudad. Ninguna circunstancia ha cambiado y, por tanto, no tiene sentido inspeccionar a Ronda Televisión. El único interés es el amenazar a los propietarios apareciendo por las instalaciones acompañado de la Policía Local.
La persecución hacia esta empresa está siendo constante y a todos los niveles, manteniendo una negativa total el equipo de Gobierno a la contratación publicitaria y vetando la presencia de los concejales en los programas y entrevistas de nuestros medios.
La situación resulta totalmente inadmisible, y es por ello que la empresa propietaria de Ronda Semanal y Ronda Televisión interpondrá en los próximos días una denuncia en los juzgados para evitar que se sigan produciendo comportamientos antidemocráticos dignos de otros tiempos.
Sin duda alguna, agresiones como las sufridas en los últimos meses nos animan a seguir realizando nuestro trabajo de forma seria, veraz y crítica. La lealtad de los lectores, de los internautas y de los televidentes nos convierten en los medios líderes de Ronda y la comarca, y eso respalda nuestro trabajo cada día.
Curiosamente, los mismos que criticaban comportamientos dictatoriales siguen ahora el mismo sistema.
