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Antequera

"Creí que la riada me arrastraba"

El agua se apoderó desde las siete de la mañana de numerosos pueblos de la comarca donde los vecinos veían como sus hogares comenzaron a inundarse y varios ríos se llevaron todo lo que encontraron a su paso, en esos momentos solo pudieron pensar en refugiarse y esperar a que el temporal pasara

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Creí que la riada me arrastraba cuando vi pasar animales y coches que se los llevaba el agua". Así relata José, un vecino de Villanueva del Rosario, la estampa que se encontró ayer a eso de las siete y media de la mañana cuando salía de su casa para coger el coche e ir a trabajar. Precisamente, su coche es uno de los muchos que aún hoy los efectivos de limpieza retiran del cauce del arroyo que pasa por el pueblo y que ayer se desbordó llevándose todo lo que encontró a su paso. "Intente cogerlo y quitarlo del camino del agua pero cuando vi que el agua lo arrastraba me metí en casa rápidamente, después comenzó a dar vueltas sobre sí e irse río abajo", detalla.  Los vecinos de esta localidad reconocen que aunque las pérdidas son muchas,  hay casas en las que el agua llego a los tres metros de altura, les consuela que no hubiera daños personales.  Lo mismo opina Cristóbal Espinosa un vecino de la Vega de Antequera que se levantó sobre las ocho de la mañana y vio como el agua superaba el metro y medio de altura. "Llamamos a los bomberos porque no podíamos salir y cuando vinieron nos tuvieron que sacar en lancha a mí y tras familiares. Ahora el patio sigue con un metro de altura de agua, son la una y media de la tarde y aún no sé cómo está mi casa por dentro porque no puedo pasar , es terrible, creo que lo he perdido todo", explica. Otra de las zonas  de Antequera más afectadas han sido las pedanías de Bobadilla Pueblo y Bobadilla Estación. En la primera el agua sorprendía a los vecinos y se acumulaba en las calles. "A partir de las 7 de la mañana es cuando ha empezado a afectar verdaderamente, y no nos dio tiempo prácticamente a nada, nos salimos de casa con lo puesto y lo dejamos todo dentro a la espera de lo que fuera a pasar. El agua se lo ha llevado todo por delante, casas, coches, motos, ropa, muebles… Hay varias viviendas anegadas que la gente ha tenido que dejarlas, los vecinos estamos ayudando en todo lo posible, pero aún queda muchísimo trabajo por delante", dice  Francisco Javier, residente en el anejo. Las labores de limpieza continúan y los vecinos siguen mirando al cielo. Las previsiones mantienen la alerta amarilla en la zona.

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