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Jueves 16/05/2024  
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Sevilla

Una remodelación para coger aire

Muchos se preguntan si en el ecuador del mandato no tendrá en mente Zoido una reforma del equipo de Gobierno

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  • Zoido -

Muchos frentes abiertos tiene el gobierno municipal cuando va a aproximarse el primer año y medio de mandato. Desde la gran asignatura pendiente del tráfico, a la paralización de las viviendas de protección oficial de Emvisesa pasando por los conflictos de Lipasam, la situación de la policía local, los veladores y una larga lista de demandas vecinales que hacen agua en el barco del equipo que comanda Juan Ignacio Zoido.

Ante esta situación son muchos los que se preguntan si pensando en el ecuador de su mandato como alcalde no tendrá en mente Zoido una reforma del equipo de Gobierno. Hace meses ya el rumor circulaba en los mentideros políticos y es evidente que el PP necesita un impulso si quiere, a pesar de la que está cayendo, retomar la iniciativa. Una gestión nula y una nefasta política de comunicación están llevando a una decepción general entre los que masivamente votaron a Juan Ignacio Zoido el 22 de mayo de 2011.

Esa remodelación de Gobierno apunta por dar más protagonismo a Curro Pérez, un buen ariete de gestión que está dedicado solo al Distrito de Triana y a la  portavocía del Gobierno para lo que comparece cada jueves al termino de la Junta de Gobierno .

En las quinielas de la posible remodelación también se da por seguro un mayor protagonismo a Ignacio Flores, concejal bragado en las tareas de oposición y que ahora dirige el Distrito Este-Alcosa-Torreblanca.

Es posible que el alcalde Zoido esté calibrando algunos cambios en Urbanismo, donde el equipo del tímido Maximiliano Vilches no acaba de encajar con los profesionales del sector sevillano, aunque aquí la remodelación podría pasar por un cambio de gerente.

Descargar a Serrano
Y una clave de la posible remodelación de Gobierno es cómo descargar al todoterreno Gregorio Serrano de alguna tarea. El concejal plenipotenciario de Economía, Fiestas Mayores y Turismo está en demasiados frentes. Tiene abierto un grave conflicto con Sevilla Global, preside una televisión local en la que no cree y a la que no acaba de encontrarle un modelo profesional adecuado para hacerla rentable en audiencia. Además, el sector turístico le demanda en muchas ocasiones más atención, lo que no puede conseguir porque el día solo da para 24 horas.

Y por si fuera poco a Serrano le cae encima la presidencia de la Red de Ciudades AVE, con la que se ha ido a Japón de tapadillo, y las dos grandes fiestas de la ciudad, como son la Semana Santa y la Feria. En la primera, ya se sabe lo que le gusta a un cofrade que le acompañe el delegado de Fiestas Mayores a algo, aunque por la espalda esté criticando a los políticos que van a las cofradías, aunque esto daría para otro artículo sobre la hipocresía capillita sevillana.

A Serrano no se le puede pedir más. En todo caso aliviarlo en algo. Ante esta tesitura Zoido tiene poco donde elegir. Asunción Fley es una apuesta segura en Hacienda, donde la dama de hierro de los números está haciendo un trabajo técnico impecable, con poco criterio de política, pero nadie le puede discutir que en lo técnico está bien hecho. Lo que ocurre es que a un concejal se le pide también gestión política de sus materias.

Reducido de capacidad
Esta es la radiografía de un Gobierno local donde hay veinte concejales. Y además de los señalados sólo el joven Beltrán Pérez tiene capacidad y experiencia para asumir otras tareas. De momento, bastante tiene con intentar conseguir la descentralización municipal. Ese caballo de batalla de todos los Gobiernos locales desde siempre pero que se encuentre con la oposición frontal del funcionariado. Con un cambio de mentalización de éstos podrá venir la descentralización. Otra cosa es hacer castillos en el aire.

El equipo de Juan Ignacio Zoido es reducido a pesar de su mayoría absoluta. Reducido en capacidad de liderar una gestión que hace aguas.

Frente a esta situación está la de las empresas municipales. Al frente de la Corporación se encuentra un capacitado Jesús Maza que debería tener un papel más protagonista en el Gobierno local. Su experiencia en la empresa privada no debe quedar sólo en trasladarla a una empresa o corporación pública. Es otro nombre de los que podrían asumir más protagonismo en una remodelación. Lo que ocurre es que tendría que ocupar una vacante de las que permite la Ley de Grandes Ciudades y ahí Zoido entraría en una contradicción en sus políticas de austeridad.

Sevilla puede tener dos miembros más en su equipo de Gobierno pero sólo ha hecho uso de una plaza para el inspector de Policía Demetrio Cabello, responsable de Seguridad y Tráfico. Con la presencia de Demetrio se ha repetido la experiencia de que un miembro de otro Cuerpo Policial no acaba de ser bienvenido en la singular y corporativa Policía Local sevillana. Por la jefatura del Cuerpo han pasado guardias civiles, militares y policías nacionales. Nunca se acabó de dar con la tecla gobernase el partido que gobernarse, porque la tecla que cambiará el funcionamiento de la policía local la tiene el todo poderoso sindicato y sus dirigentes.

Estos son pues los mimbres de la remodelación que se barrunta en los mentideros políticos sevillanos. Más peso a Curro Pérez, descarga de competencias a Gregorio Serrano y un papel de mayor relevancia política para Jesús Maza. Poco más hay en el tablero de ese ajedrez que tiene el alcalde sobre su mesa.

Y debe mover ficha cuanto antes porque en la oposición están comenzando a moverse cada vez con más fuerza en los terrenos donde Zoido comenzó a ganar su Alcaldía. En los barrios y en los temas de calado más directo al ciudadano. Se ha comenzado, salvando las distancias, a señalar el banco roto y la farola sin bombilla. Es decir el camino que trajo el denominado efecto Zoido y su barrida en las elecciones.

Los populares están casi llegando a mitad del mandato y todos los vientos de desgaste del Gobierno Rajoy también les afectan. O la estrategia de Zoido cambia o su persistencia en el modelo actual de dirigir la ciudad le puede llevar a una situación ingobernable y a un desgaste tan alto que en las próximas municipales puede acabar pasando de la cima a la sima.
Aún tiene tiempo de corregir, lo que ocurre es que algunos de su alrededor le tocan las palmas demasiado y puede que no oiga a la calle que tanto defendió en la oposición.

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