Los propietarios del cebadero, cuya demolición es indispensable para concretar el proyecto de la variante de Zahara-Atlanterra, y la Diputación Provincial, ente encargada de acometer las obras de la variante que se diseñó para solucionar los problemas de colapso de tráfico en el enclave turístico tarifeño, han llegado a un acuerdo de mostrar públicamente sus diferencias.
Así, tanto el ente supramunicipal como los propietarios de la instalación agraria han comunicado la llegada de un nuevo acuerdo por el cual se satisfacen todas las posturas. Así, según se apunta desde la Diputación es intención del ente provincial concluir, como así se estipula por el carácter de la financiación europea del proyecto, las obras antes del 31 de diciembre.
Finalmente y después de que los propietarios denunciaran la presión ejercida desde Diputación por derribar el cebadero, antes de concretarse el nuevo, se ha comprometido bajo acuerdo firmado por ambas partes a concretar el suministro de agua y luz provisional mediante la instalación de un depósito de 10.000 litros y un grupo electrógeno, además de comprometerse a tender las nuevas acometidas para establecer ambos servicios de manera definitiva. Diputación, al margen de la nueva nave y la dotación de los servicios aparejados, abonó el justiprecio por el suelo.
Los propietarios han confirmado que la Diputación “se ha comprometido a ponernos en un plazo de entre 3 a 6 meses, la luz y el agua. Transcurrido ese tiempo si no se nos ha satisfecho las expectativas tendremos derecho a una indemnización”, apuntó Inés Guirola, hija de la propietaria del cebadero.
Los gastos de combustible y transporte del agua correrán a cargo de los propietarios. “Estamos bastante satisfechos con el acuerdo, pero con cierta intranquilidad. Podemos decir que hemos conseguido todo lo que queríamos para solucionar esto lo mejor posible, pero ahora queda por ver que todo se vaya cumpliendo”, manifestó Inés Guirola.
Según se expresa en el documento firmado entre el área de Cooperación Municipal, Infraestructuras y Medio Ambiente de la institución provincial y los propietarios, a partir de hoy 10 de diciembre las reses se trasladarán a la nueva instalación, ya que en esta fecha comenzará el derribo del cebadero. Cuando el espacio quede expedito se reanudará la obra de la variante en este tramo final –el cruce con La Tahona- de unos 70 metros de longitud. Diputación ya ha concluido en este enclave el desvío de la línea eléctrica afectada.
En el otro extremo de la carretera de circunvalación se desarrolla, conforme a los plazos previstos, la creación del cruce con la vía A-2227. Los trabajos alcanzan, actualmente, una ejecución cercana al 70%. La reordenación de este acceso, junto a la mejora del drenaje y cuneta conforman una inversión que supera los 312.000 euros.