El alcalde de Sevilla y aún presidente del PP (A), Juan Ignacio Zoido, propuso recientemente al titular de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, cinco grandes acuerdos como alternativa al Pacto por Andalucía que éste propugna. Los cinco grandes pactos o “pilares” que para conformar una “agenda reformista” en beneficio de toda la sociedad preconiza Zoido versarían sobre creación de empleo, impulso a los sectores productivos, reforma del sistema educativo, reducción del gasto superfluo y de racionalización de la Administración Pública y transparencia y control de la misma.
El alcalde de la micropolítica es, sin embargo, muy aficionado a la política de grandes gestos, de ahí que este quíntuple pacto ofrecido a Griñán recuerde al ‘Pacto por Sevilla’ resumido en 15 “pilares”, por emplear su expresión, que sugirió a los dos partidos de la oposición municipal, PSOE e IU, apenas tomar posesión de la Alcaldía y cuando aún aparecía ante la opinión pública nimbado por la aureola de su espectacular victoria electoral, con sus 20 concejales, e instalado en el celestial territorio de las buenas intenciones y el propósito de marcar distancias del sectarismo de Monteseirín.
EL EMPLEO, LO PRIMERO
Así pues, hace ahora algo más de año y medio, Espadas y Torrijos, confiados en la mano tendida por el entonces recién investido alcalde y por aquello de la buena educación y los cien días de gracia que se otorgan a todo nuevo gobernante, acudieron al despacho de Zoido a coprotagonizar poco menos que una escena del sofá, por el bien de la ciudad y para escuchar el contenido de aquel ‘Pacto por Sevilla’ que tan generosamente pregonaba el alcalde de la mayoría absoluta y que por eso mismo no necesitaba del concurso de ambos para la ejecución de cualquier política que se propusiera acometer.
El primero y esencial de los 15 pactos propuestos por Zoido es el mismo primero de los cinco que ha planteado a Griñán: debía versar sobre el empleo y la necesidad de crear las condiciones para que los emprendedores, autónomos y empresas de la economía social invirtieran en Sevilla y generaran empleo de calidad.
Pactar, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, significa acordar algo entre dos o más personas o entidades, obligándose mutuamente a su observancia Pactar, pues, no significa imponer una política determinada con los demás como oyentes pasivos, sino recoger al menos una parte de las propuestas de los demás y ceder en algunas posiciones para conseguir el fin superior de un acuerdo conjunto apoyado por todas las partes para así transmitir un mensaje unitario a la sociedad.
En el año y medio que lleva en la Alcaldía, Zoido ha fracasado en sus dos aparentes grandes iniciativas que podrían englobarse en buena parte de cuatro de los cinco pactos que ha propuesto a Griñán, a excepción de la reforma educativa, en la que carece de competencias. Primero fue incapaz de materializar esos ‘Pactos de la Moncloa’ a la sevillana que lanzó para apenas tomar posesión de su cargo, no ya sólo en los quince “pilares” que lo componían, sino también en cualquiera de ellos por separado, incluido el primero de todos en importancia, como él mismo reconocía: el Pacto por el Empleo y la Inversión.
NUEVA FORMULACIÓN
Al cabo de un año volvió a la carga sobre el mismo asunto, si bien con otra formulación: anunció en el debate sobre el estado de la ciudad que a la vuelta de las vacaciones de verano, en septiembre de 2012, presentaría un Plan de Empleo. Pues ni lo uno ni lo otro, ni Pacto por Sevilla ni Plan de Empleo.
Y mientras Zoido emplaza, en calidad de presidente del PP (A), a Griñán a que “baje de la estratosfera, llegue a La Tierra, ponga los pies en Andalucía, se comporte como un político de altura, busque el diálogo lejos de la agitación y la radicalización y aplique las medidas necesarias para resolver los problemas de los demás”, en su condición de alcalde de Sevilla no se aplica ese mismo credo para, dialogando con la oposición, consensuar medidas que resuelvan el principal problema de la ciudad, el paro, que sigue lanzado hacia esa estratosfera a la que alude. Aun habiéndose intitulado ‘el alcalde del empleo’, la flecha de la gráfica del paro en Sevilla no deja de apuntar cada vez más hacia arriba: el número de desempleados ha crecido durante su mandato en un 18,87% y ha pasado de 77.000 a 91.000 en números redondos.
La demoledora cifra resalta aún más si se considera que Zoido hizo un fichaje-estrella para el puesto de director general de Economía y Empleo del Ayuntamiento: Luis Miguel Rufino Rus, economista con una larga trayectoria profesional, desde la General Motors hasta la Real Orquesta Sinfónica. Tan sólo dos meses antes de las elecciones municipales de mayo de 2011, Luis Miguel Rufino y Emilio Carrillo, con el patrocinio de la Diputación y de la UGT, presentaron un estudio sobre el impacto de la crisis en la provincia de Sevilla, en el que aportaban, presuntamente, soluciones para crear hasta 76.000 empleos en el periodo 2011-2015, en 57 sectores relacionados con nuevas ocupaciones.
El mensaje de esperanza de ambos era el de que pese a lo crudo y difícil de la situación en Sevilla, había condiciones para “levantar el vuelo y crear empleo, aprovechando para ello la red de desarrollo local y los empleos de futuro”. Según el actual director general de Economía y Empleo del Ayuntamiento hispalense, el 26,42% de los futuribles 76.000 empleos nuevos se crearían en los servicios culturales; un 12,25%, en telecomunicaciones, teletrabajo y tecnologías; un 11,13%, en medio ambiente e iniciativas contra el cambio climático, y un 10,85%, en el sector primario (agricultura y ganadería).
TERCERA OPORTUNIDAD
Desgraciadamente para todos, ninguno de estos augurios parece haberse cumplido todavía y Zoido va camino de su ecuador como alcalde bajo el riesgo de llegar a la cifra sin precedentes de 100.000 parados en la ciudad, una posibilidad pavorosa que por sí sola debería ser razón más que suficiente para articular con el resto de fuerzas políticas y con los agentes sociales ese Pacto o Plan de Empleo que sigue siendo incapaz de materializar pero que por elevación exige a su vez a Griñán en Andalucía.
El alcalde ha tenido una tercera y magnífica oportunidad de demostrarlo en la redacción de los Presupuestos de Sevilla para 2013, cuyo capítulo en materia de Economía y Empleo podría al menos haber tratado de acordar con la oposición. Sin embargo, una vez más ha vuelto a actuar conforme al rodillo de su mayoría absoluta, de espaldas a PSOE e IU y presentando un mero y sucinto avance en vísperas del puente de la Constitución y la Purísima para soslayar cualquier atisbo de debate o análisis. Posteriormente, cada delegado en solitario ha ido divulgando sus particulares cuentas públicas, mientras que la oposición bucea en los papeles y los números para tratar de perfilar su propia alternativa.
En los nuevos Presupuestos, la Delegación de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo dispondrá de 35 millones de euros, casi diez millones más que en este ejercicio. De esa cantidad global, unos 11 millones se destinan a programas de formación e inserción laboral, conforme a este desglose en números redondos:
-Programa de Agentes Locales de Promoción de Empleo (Alpe): 644.000 euros.
-Tres escuelas-taller que finalizan en marzo: 295.000 euros.
-Nuevas escuelas-taller: 4.428.000 euros.
-Programa de inserción sociolaboral Redes: 3.200.000 euros.
-Programa de orientación profesional Andalucía Orienta: 1.230.000 euros.
-Inserción laboral de jóvenes titulados universitarios: 519.000 euros.
-Otro programa de orientación: 353.000 euros.
-Programa de generación de negocios ‘Genes’: 351.280 euros.
ESPADAS LO TRIPLICA
Si Zoido hubiera pactado previamente al menos los Presupuestos para este área, podría haber incorporado las sugerencias de Juan Espadas, portavoz del grupo municipal socialista, que reordenando diversas partidas demuestra que se pueden redirigir 30 millones de euros a un Plan de Empleo y de rehabilitación de viviendas. Así pues, Espadas es capaz de multiplicar por tres el dinero que Zoido destina a Empleo en sus Presupuestos, la proclamada prioridad número uno de su gobierno pero que a la hora de la verdad queda subordinada a otras políticas.
El portavoz socialista dice haber detectado “partidas ocultas” sobre cuyo destino no ha informado el alcalde, como, por ejemplo, un incremento de la cifra destinada a productividad pero sin justificarlo, y 7 millones para “reordenación del sector público”, que le suenan a indemnizaciones para despidos. Entre las reordenaciones o redirecciones propuestas por Espadas para obtener 30 millones de euros que destinar a un Plan de Empleo y Vivienda figuran las siguientes:
-Ahorro de 500.000 euros en sueldos de altos cargos que cobran más dinero que el alcalde.
-Ahorro de los 450.000 euros presupuestados para convenios con el Sevilla y el Betis.
-Los 12 millones de la subida para productividad.
-Los 7 millones de la ‘reestructuración del sector público’.
-Un millón de euros de la partida de eventos culturales y deportivos del área de Fiestas Mayores.
La alternativa de Espadas no sólo triplica la dotación que para empleo ha destinado Zoido, sino que también es la demostración de que puede hacerse con ese mismo planteamiento realizado por el alcalde de Sevilla y aún presidente del PP (A) a Griñán para un par de esos cinco pactos por Andalucía: mediante la reducción del gasto superfluo y la racionalización de la Administración Pública y la transparencia y control de la misma. Justamente lo que propugna el alcalde para Andalucía es lo que no practica en el Ayuntamiento, y ha de ser la oposición, a la que no da vela, la que demuestre su viabilidad.
Y, por ende, el Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS), en su informe sobre las Cuentas de la ciudad, no sólo ha detectado un recorte en las políticas sociales en una urbe más necesitada que nunca de las mismas por sus 91.000 parados (han pasado de suponer el 38,83% del gasto municipal en 2011 al 32,14% para 2013), sino que también echa en falta un mayor apoyo al tejido empresarial y un esfuerzo inversor.
Pero sabido es que para este Ayuntamiento, tal como ha dicho Gregorio Serrano, delegado de Economía y Empleo, el CESS siempre emite informes negativos a las Ordenanzas Fiscales y a los Presupuestos.
Será por eso que el gobierno de Zoido tiene descontados a los dos, al CESS y a la oposición, y mientras el número de sevillanos en el paro no deja de crecer mes tras mes, el alcalde le exige a Griñán que “baje de la estratosfera”.