El autor confeso del secuestro y muerte de la bebé de 16 meses, Jonathan Moya González, estuvo en prisión provisional por judicial el pasado mes de junio después de ser detenido por la Policía Nacional en la capital, acusado de doce delitos de estafa que cometió, al parecer, haciendose pasar por agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes de la investigación, que han precisado que Moya González, de 25 años, ingresó en el centro penitenciario provincial de El Acebuche por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería el 14 de junio, aunque no consta cuando se dictó su puesta en libertad condicional.
El principal sospechoso de la muerte de la menor natural de La Palma del Condado (Huelva) fue detenido dos días antes en la calle Pedro Jover de la ciudad, en el mismo lugar, según han precisado las mismas fuentes, en el que fue detenido Raúl R.F., el vecino de Fiñana y amigo al que se atribuye haber ayudado a Jonathan Moya a encubrir el crimen.
La Policía Nacional informó en junio en un comunicado del arresto de Moya González acusado de 12 delitos de estafa y apropiación indebida por, presuntamente, en connivencia con otro detenido, hacerse pasar por agente de policía para sustraer motocicletas de gran cilindrada y vehículos que después vendía por Internet, no sin antes doblar las placas y matrículas así como falsear la documentación de los vehículos.
En el momento de su detención por también usurpación de funciones públicas, se encontraba en busca y captura por diversos juzgados de la capital almeriense así como por el juzgado de vigilancia penitenciaria, ya que estaba en libertad condicional y le constaban antecedentes por hechos similares.
'MODUS OPERANDI'
Según la investigación, Jonathan Moya localizaba a vendedores por Internet y contactaba con ellos interesado en adquirir uno de los vehículos que ofertaban. Así, aprovechaba su falsa condición de policía, para lo que mostraba una placa ficticia con el objetivo de lograr la confianza de los vendedores, con los que acordaba mediante un contrato verbal la compra.
Una vez que se había ganado la confianza de los vendedores, les pedía que le dejaran el vehículo para probarlo, circunstancia que aprovechaba para apropiarse del mismo. Con el vehículo en su poder, el falso policía y su socio, de 35 años y también natural de Fiñana, les cambiaban las placas de las matrículas por otras para ocultar su origen ilícito. Posteriormente los vendían a terceras personas a cambio de dinero en efectivo o a veces los cambiaban por otros vehículos.
Esta circunstancia fue conocida después de recibir varias denuncias de personas que fueron estafadas por un hombre que decía ser policía. Tras sus investigaciones, los agentes encargados del caso identificaron a uno de los detenidos, un falso agente de la Policía Nacional, el cual cambiaba constantemente de domicilio y localidad, al objeto de evitar la acción policial.
Así, se estableció un dispositivo de vigilancia en la calle Pedro Jover de la capital almeriense donde fue localizado y detenido para su posterior paso a disposición judicial imputado por un total de 12 delitos de apropiación indebida, estafa, falsedad documental y usurpación de función pública.