La Policía Nacional ha detenido a cuatro hombres y una mujer como presuntos integrantes de un grupo organizado dedicado a realizar estafas por Internet mediante la oferta de productos que en realidad no existían. La cantidad obtenida mediante este método asciende a 120.000 euros.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, los arrestados cuentan con edades comprendidas entre los 25 y 39 años y son de origen rumano y checo. A todos se les imputan los delitos de estafa y a tres de ellos, además, uno de falsificación documental.
De los cinco detenidos, cuatro de ellos con antecedentes policiales fueron puestos a disposición Judicial. Además, se han intervenido cinco cartillas bancarias, tres tarjetas de crédito, un ordenador portátil y seis teléfonos móviles
Las investigaciones se iniciaron hace nueve meses, cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron a dos personas de nacionalidad rumana al intentar sacar dinero en una entidad bancaria de Quart de Poblet (Valencia) que podría proceder de la comisión de estafas en la Red.
Así, averiguaron que en esa cuenta bancaria se estaban recibiendo ingresos económicos que se correspondían con ventas falsas realizadas a través de Internet, por lo que tras realizar las pesquisas correspondientes, los agentes identificaron a otras tres personas que se encargaban también de recibir dinero en sus cuentas bancarias procedente de la venta de productos, principalmente bicicletas.
La característica principal de este modus operandi consistía en la apertura de cuentas de correo electrónico y cuentas bancarias, ambas con datos de identidad falsos, para recibir el dinero procedente de la venta de estos productos inexistentes.
OPERATIVA EN PAÍSES DE LA EUROPA DEL ESTE
La Policía Nacional ha explicado que este tipo de estafas son realizadas por grupos perfectamente organizados y con sus funciones bien delimitadas que, preferentemente desde países de Europa del este, lanzan multitud de ofertas de productos en diferentes páginas web dedicadas a la compraventa, efectos que no existen.
Así, mientras otras personas se encargan de mantener las relaciones con el supuesto comprador a través de los distintos correos electrónicos de contacto, otros reciben por transferencia en las cuentas el importe de los productos vendidos, un dinero que a través de empresas de envío de dinero rápido es transferido a los países del Este europeo, donde se gesta toda la operativa.