La supresión de las deducciones a la vivienda habitual y el aumento del IVA que grava la venta de inmuebles nuevos del 4 al 10 por ciento motivaron que el primer trimestre del presente ejercicio asistiera a una caída sin precedentes en el número de compraventas.
Según los datos ofrecidos ayer por el Ministerio de Fomento, entre los meses de enero y marzo se cerraron en Jerez 180 transacciones inmobiliarias, frente a las 334 del mismo periodo del año anterior. Eso supone un desplome del 46,10 por ciento.
Para hacerse a una idea de lo que supone tamaño descalabro, basta apuntar que en el conjunto de España el trimestre se cerró con una caída global del 21,5 por ciento.
La caída es mayor -del 61,78 por ciento- si se compara el primer trimestre del año con el último de 2012, cuando se registraron 471 operaciones de compraventa.
Los efectos de la crisis financiera -unidos ahora a los provocados por las medidas que entraron en vigor el 1 de enero pasado- afectan a todo tipo de viviendas, siendo en cualquier caso más acusados en los inmuebles de nueva construcción. En este caso en concreto se ha pasado de 132 a 16 compraventas, lo que se traduce en una caída del 87,87 por ciento. El resto de operaciones (164) se corresponden con viviendas de más de dos años de antigüedad, registrándose aquí un descenso del global de las operaciones del 18,81 por ciento.
Como suele ser habitual en estos últimos años, la mayoría de las compraventas se han realizado sobre viviendas de renta libre. En concreto se han vendido en este periodo de tiempo 141 de estos pisos, frente a los 212 de hace justo un año. La caída es, por tanto, del 33,49 por ciento.
Más acusado es el desplome entre las viviendas de protección oficial (VPO), que fueron únicamente protagonistas de 39 operaciones, 83 menos que hace un año. Eso supone un descenso de las compraventas del 68 por ciento.