El Gobierno de Gibraltar ha condenado los "retrasos excesivos, deliberados y desproporcionados" que se están registrando en la frontera con La Línea y ha denunciado que los mismos "han sido impuestos por las autoridades españolas".
En un comunicado, el Gobierno de Gibraltar tacha de "vergonzoso" que "se obligue a ciudadanos de la UE a esperar casi seis horas para cruzar la frontera" y asegura que las autoridades aduaneras españolas "han hecho caso omiso del funcionamiento de los carriles verde y rojo (no declarar y declarar), parando y registrando a prácticamente todos los vehículos que entraban a España".
Desde el Peñón han recordado que en la zona se han registrado temperaturas que alcanzaban los 30 grados y por ello señalan que han tenido habilitar una ambulancia para tratar a las personas con problemas médicos, poniendo como ejemplo que el viernes un ciudadano español "tuvo que ser llevado al hospital con dolores torácicos".
Las largas demoras han afectado a miles de personas que acuden a Gibraltar a trabajar todos los días, muchos de ellos españoles, y desde el Gobierno del Peñón aseguran que esta situación "ha perjudicado a numerosos turistas de diferentes nacionalidades y también a gibraltareños camino de España".
Además, el Gobierno ha tenido que organizar la distribución de agua embotellada para las personas en la cola y un camión cisterna de agua de AquaGib (empresa que suministra en Gibraltar) ha estado haciendo varias rondas.
"El Gobierno español menosprecia una vez más las normas de comportamiento internacional generalmente aceptadas. Ha demostrado una total indiferencia por el sufrimiento que inflige a las personas que esperan durante horas para cruzar a España", se asegura en el comunicado.
Desde Gibraltar se mantiene que "las medidas adoptadas por Madrid son ilegales y contrarias al espíritu y los principios en que se basa la Unión Europea" y se añade que "la ironía es que la mayoría de los perjudicados son de nacionalidad española en vehículos matriculados en España".
Recuerdan que las "demoras deliberadas" de este tipo "fueron urdidas por primera vez bajo la dictadura fascista del general Franco en los años sesenta" y argumentan que "es inverosímil que un Gobierno español que se denomina democrático utilice tácticas idénticas de mano dura más de cuarenta años después". EFE
