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Torremolinos

Torremolinos: calles de poetas y escritores

Torremolinos no es sólo turismo, fiesta, deportes, playa y sol. Es también arte, cultura, crisol de civilizaciones. En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos.

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  • Marañón nos legó innumerables obras sobre Medicina, Historia y Pensamiento
  • Fue distinguido con importantes galardones desde antes de finalizar su carrera
Un gran médico, un gran escritor y un gran hombre, querido y admirado por todos los ciudadanos durante el reinado de Alfonso XIII, durante la República y durante la época del franquismo. Genuina lumbrera de todos los tiempos, perteneció a la crema y nata de la intelectualidad. No solamente fue miembro de la Real Academia de Medicina; paralelamente lo fue de la Real Academia de la Lengua, de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia. También fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de la Sorbona (París), por la Universidad de Coimbra y por la Facultad de Medicina de Oporto. El antiguo Hospital Provincial de Madrid lleva hoy su nombre: Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Torremolinos reconoce los elevados méritos del gran humanista que fue Gregorio Marañón y le honra con una calle a su egregia memoria: la que discurre, paralela a la de Campillos, entre las calles Cruz y Conde de Mieres, a la altura de la urbanización de Mansión Club.
Hijo de D. Manuel Marañón, jurista natural de Santander, y de Dña. Carmen Posadillo, natural de Cádiz, Gregorio Marañón y Posadillo nació en Madrid el 19 de mayo de 1887, junto a un hermano gemelo que murió tres meses después. Cuando Gregorio contaba tres años, falleció su madre, a consecuencia de la complicación en el parto de un nuevo hermano. Siendo muy niño, su padre lo llevaba a pasar las temporadas veraniegas a Santander. Allí conoció al círculo de amigos de su padre, especialmente Marcelino Menéndez Pelayo, José María de Pereda y Benito Pérez Galdós, que influyeron noblemente en su personalidad e intelectualidad. Pérez Galdós le inculcó auténtica pasión por la ciudad y provincia de Toledo, donde después Marañón adquiriría la finca El Cigarral y donde escribiría la mayor parte de sus obras.
En 1908 finaliza el bachillerato en el Colegio San Miguel de Madrid, matriculándose a continuación en la Facultad de Medicina. Fueron maestros suyos Ramón y Cajal, Olóriz, Juan Madinaveitia, Alonso Sañudo y Alejandro San Martín, entre otros. Junto con la Medicina, cultiva el interés por la Psicología, la Literatura y la Historia. Aún sin terminar la carrera, es galardonado por la Real Academia de Medicina con el premio "Martínez Molina", no otorgado desde que en 1904 lo recibiera Ramón y Cajal. En 1910 realiza el Doctorado en Medicina, que obtiene con Premio Extraordinario por su tesis "La sangre en los estados tiroideos". Seguidamente viaja a Alemania a cursar Química Biológica y Quimioterapia.
De vuelta a España, en 1911 gana por oposición una plaza en el Hospital General de Madrid, encargándose de las salas de enfermedades infecciosas. Ese mismo año contrae matrimonio con Dolores Moya, hija del director del periódico El Liberal. Ella fue su inseparable compañera y colaboradora durante toda la vida y le dio tres hijas y un hijo: Carmen, Belén, Maria Isabel y Gregorio.
Por su trabajo "Las glándulas de secreción interna y las enfermedades de la nutrición", se le concede a Marañón el premio "Alvarez Alcalá" en 1913. Dos años después publica su primer estudio sobre la vida sexual. En ese mismo año escribe el primer prólogo de los 220 que redactó en libros ajenos a su pluma. En 1916 publica, con su compañero Teófilo Hernando, el primer volumen de "Manual de Medicina Interna". Durante la epidemia de gripe de 1918 viaja a Francia en misión especial y conoce, entre otras ilustres figuras, a Fleming. Durante los años siguientes continúa publicando libros sobre Medicina, al tiempo que colabora con artículos en los periódicos.
En 1922, año de su ingreso en la Real Academia de Medicina, viaja con el rey Alfonso XIII a Las Hurdes, después de haberle convencido de la necesidad de que conociera la región que se consideraba la más mísera de España. Fruto de ello es su obra "Viaje a las Hurdes". En ese año adquiere la finca El Cigarral, en Toledo, que sería lugar de tránsito de numerosas personalidades.
En 1924 es nombrado presidente del Ateneo de Madrid. Dos años después, acusado de intervenir en la que se dio en llamar "Sanjuanada" contra la dictadura militar de Primo de Rivera, se le impone a Marañón multa de cien mil pesetas y prisión de un mes, tiempo que aprovecha para traducir "El empecinado visto por un inglés", además de publicar dos obras médicas de gran éxito: "Gordos y flacos" y "El problema de las febrículas", sin contar diversos ensayos sobre la vida sexual. En 1927 continúa escribiendo y a finales del año realiza su primer viaje a Cuba. Los años siguientes, hasta 1930, fueron de los más fructíferos en libros, iniciando, paralelamente a los ensayos médicos, una serie de biografías sobre personajes históricos, como el "Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo". (Continuará).

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