El Gobierno de Estados Unidos ha ofrecido 300 millones de dólares (250 millones de euros) a la ciudad de Detroit, en el noroeste del país, en concepto de ayuda urgente después de que la ciudad se declarara en bancarrota el pasado mes de julio.
A través de un comunicado de la Casa Blanca, citado por la cadena CNN, la mitad de ese dinero se destinará a la demolición de casas abandonadas y una décima parte irá a parar a labores de seguridad y a los servicios de emergencia.
Un total de 140 millones de dólares se destinarán a mejorar el transporte público. A pesar de esta ayuda, Detroit debe refinanciar su deuda, que asciende a más de 18.000 millones de dólares mientras sigue perdiendo población debido a la caída de la industria del automóvil que sustentaba la ciudad.