El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha explicado este sábado que los Mossos d'Esquadra vigilan a Manuel González González, más conocido como 'loco del chándal', desde que salió de prisión este viernes después de la derogación de la 'doctrina Parot' tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Espadaler ha afirmado que hacen "un seguimiento no intrusivo" de González a instancias de la Fiscalía provincial de Barcelona, y ha trasladado a las víctimas y a la opinión pública que son conscientes de la preocupación que genera la excarcelación del 'loco del chándal', ha afirmado en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press.
Según Espadaler, los Mossos recibieron el jueves las instrucciones de la Fiscalía, y es "habitual" que ésta dé instrucciones a la policía catalana para que vigile a quienes han cometido delitos de naturaleza sexual y se les presupone que no han podido curar la tendencia a consumar más, como es el caso del 'loco del chándal'.
El conseller ha resaltado que "desde el minuto cero, desde la salida de prisión, los Mossos están cumpliendo a rajatabla y con escrupulosidad la orden de la Fiscalía", y ha reconocido que todo apunta a que el 'loco del chándal' no está rehabilitado, pero ha insistido en que la policía se encarga de vigilarlo.
"La Fiscalía actúa con escrupulosidad y responsabilidad. Da una instrucción que los Mossos atenderemos con todos los medios que sean necesarios y lo haremos al servicio de la ciudadanía, pensando mucho en las víctimas y en la inquietud general que pueda generar", ha garantizado.
También se ha referido a la "dramática paradoja" de la doctrina Parot, dado que ya se cambió el Código Penal para garantizar el cumplimiento de penas pero no se puede aplicar para casos anteriores a su modificación, aunque ha agregado que una excarcelación como la del 'loco del chándal' no se produciría con casos posteriores a la reforma del Código Penal.
Manuel González González agredió a principios de los años noventa con arma blanca a 16 mujeres desconocidas a las que también hizo tocamientos en zonas genitales, y le provocó la muerte a una de ellas; por todo ello fue condenado a 169 años de cárcel.