La casa del acusado de abusos sexuales, Antonio B. G., en la calle Hospital de San Miguel, está llena de carteles contra el imputado. Los vecnos no lo quieren allí y piden justicia. No entienden cómo puede estar en la calle después de lo que ha hecho, explican Rosario y Juan, dos de los vecinos. “Aquí hay muchos niños pequeños, tenemos un colegio al lado y no queremos tenerlo aquí, así que no vuelva por aquí”, comenta Juan.
El malestar de los vecinos es patente desde que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén, Antonio Valdivia, lo puso en libertad el pasado viernes después de que el conocido como ‘buen ladrón’, entregara los videos en los que aparecía abusando sexualmente de menores de edad, según informó la Policía.
“No puede ser que vayan contra el pobre chaval por llevarse los videos y que él esté en la calle”, comentaba Rosario, que le preguntaba además al juez si él tenía hijos.
No ha vuelto
Mientras tanto, el imputado por el caso de pederastia no ha vuelto a su casa desde el pasado viernes, cuando al salir de prisión se encontró con las protestas y recriminaciones de los vecinos de su calle. Fue el propio acusado el que llamó a la Policía Nacional, que se personó en la calle y se lo llevó hasta Comisaría, donde pasó la noche del viernes. Desde entonces nadie sabe del imputado por abusos. El presunto pederasta se hacía valer de su condición de entrenador de fútbol sala, según informó la Policía Nacional, para contactar con los niños a través de la Asociación Juvenil Fénix, situada en la plaza Cruz Rueda. Mientras sale la fecha del juicio el imputado deberá presentarse cada lunes ante el juzgado. Además, el juez le ha retirado el pasaporte, a pesar de que en su auto asegura que no existe riesgo de fuga.
