Parece que el Papa Francisco se ha dado cuenta, desde la lejanía (y tiene mérito), de la importancia que tienen las hermandades y cofradías para el resto de la Iglesia. Durante el encuentro que mantuvo la semana pasada en Roma con los obispos del Sur, hizo hincapié a los prelados de la necesidad de “cuidar y acompañar” a las hermandades. Y esto se ha sabido a través del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ya que el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, no suelta prenda, y menos a la prensa.
Al obispo le cuesta relacionarse con la prensa, o al menos ésa es la impresión que causado en los dos años y medio que lleva al frente de la Diócesis. A lo largo de todo este tiempo, sus entrevistas se pueden contar con los dedos de una mano. No es un obispo accesible para los periodistas.
Según Asenjo, el Pontífice pidió a los prelados que salieran de los despachos y las sacristías para cultivar la pastoral. En palabras del arzobispo de Sevilla, el Papa les insistió en que la cercanía de los obispos y de los sacerdotes a los fieles es debe ser como el octavo sacramento. Eso es algo que también se consigue dándose a conocer a través de los medios de comunicación, pero no sólo con la publicación de las cartas pastorales.
El mismísimo Papa lo tiene en cuenta y lo ha demostrado, reuniendo en innumerables ocasiones a los periodistas para mostrarse tal cual es.
Cuando llegó Zornoza Boy, dado que era un obispo más joven, los periodistas confiaban en que sería más accesible que el anterior, al que también le costaba relacionarse con la prensa.