Un juzgado de Sevilla ha otorgado una indemnización de 18.669 euros a una niña de cinco años que sufrió la amputación de una falange del dedo cuando jugaba con una arqueta en un colegio público de Málaga y la tapa le aplastó la mano.
Una sentencia del juzgado de lo Contencioso 10, a la que ha tenido acceso Efe, explica que los hechos sucedieron sobre las 15.20 horas del 8 de junio de 2006 en el colegio público "El Torcal" de Málaga, cuando un grupo de cuatro o cinco niños levantó una arqueta de desagüe del patio y, al soltarla, aplastó la mano a la pequeña, que intentaba coger algo de su interior.
La tapa le aplastó la falange del primer dedo de la mano izquierda y obligó a su amputación, lesiones por las que la niña estuvo dos días hospitalizada y pasó 43 días impedida para sus actividades habituales.
La sentencia recoge que en ese momento había en el patio unos 23 niños de entre 4 y 5 años al cuidado de dos monitoras y afirma que "sin duda la rejilla de desagüe instalada en el patio era un peligro para los menores" que "son curiosos por naturaleza y esa curiosidad conlleva una dosis de imprudencia y falta de precaución".
La administración educativa andaluza "es la responsable de este accidente" pues la niña y sus compañeros se encontraban en ese momento "bajo el cuidado y vigilancia de dos monitoras del centro, que no hicieron bien su trabajo".
El juez considera "sorprendente e inaceptable que el letrado de la Junta de Andalucía quiera trasladar la responsabilidad a los menores que participaron en los hechos" pues la rejilla "constituía un potencial riesgo para los menores, fácilmente predecible".
La dirección del centro actuó "con negligencia", en una responsabilidad "que no puede trasladarse el Ayuntamiento por el hecho de tener legalmente atribuida la conservación, mantenimiento y vigilancia del edificio", añade el juez.
Las rejillas constituían un peligro y eso "debió ser percibido en primer lugar por la dirección del centro para pedir al Ayuntamiento la adopción de medidas precautorias o adoptarlas el propio centro", pero además las monitoras "bien pudieron darse cuenta de la existencia de ese potencial peligro y estar especialmente atentas a que ninguno de los menores se acercase".
Por tanto, la sentencia aprecia una "culpa in vigilando" del centro escolar e impone a la Consejería de Educación el pago de 18.669 euros por los días de baja, las secuelas fisiológicas, el perjuicio estético y el daño psicológico.
Recoge la sentencia que la menor sufrió un "cuadro desadaptativo con ansiedad, inquietud, preocupación y alteración del comportamiento" que ha sido equiparado desde el punto de vista pericial con el estrés postraumático.
