El cierre del vertedero de La Victoria es, a juicio del nuevo equipo de Gobierno, la principal razón de la actual e “insostenible” situación, pues el gasto en la recogida de una tonelada de basura pasó de 11 euros a 30, sin que hubiese ningún ingreso adicional que lo compensase.
Los técnicos de Chiclana Natural ya han comenzado a diseccionar todas las opciones para disminuir los gastos, dado que la primera premisa es que no se puede incrementar el recibo a los contribuyentes en un 50 por ciento, que sería el porcentaje necesario para equilibrar el presupuesto. Rechazado este punto, el análisis de la situación contemplará numerosas propuestas, que tendrán que disponer del visto bueno de los técnicos para ponerse en marcha, pero en cualquier caso sólo permitirá una subida moderada en el pago de la tasa por parte de los contribuyentes.
Revisión de las rutas
Entre las posibilidades que ya baraja la empresa municipal se encuentra la revisión de todas las rutas, para contemplar las opciones que, sin que exista un empeoramiento del servicio, puedan abaratarse; o sacar nuevamente a concurso público la recogida selectiva, con mayores ventajas para Chiclana Natural, una medida que podría llevarse a cabo a lo largo del presente año.
La reforma, en todo caso, sería gradual y tras un pormenorizado estudio, según las previsiones de esta empresa municipal.
“Vamos a poner en marcha todas las estrategias para que las tasas ciudadanas no suban más de lo prudente”, se apunta desde la empresa municipal, explicando que se trata de un plan que se llevará a cabo con el objetivo de mejorar la situación futura de la empresa, “para que se aleje del actual descalabro económico en que se ha visto sumida tras año y medio en el Gobierno del Partido Popular”, señalan.
No obstante, desde la firma municipal aseguran que “cualquier cambio que se introduzca será muy meditado y analizado, y habrá de cumplir dos requisitos esenciales: que no merme la calidad del servicio y que reduzca los gastos”.
Política de ahorro
Las medidas se encuentran dentro de las políticas de ahorro que el Ayuntamiento, de forma general, ha puesto en marcha desde que se produjo el cambio de Gobierno, y que se incluyen en el Presupuesto para este año 2009 que fue aprobado hace apenas unas semanas.
La reducción de numerosos capítulos, aunque intentando mantener el apartado de inversiones, es el objetivo marcado por el Gobierno municipal que ya se está llevando a cabo. La crisis internacional, junto a la mala situación económica del Ayuntamiento de la ciudad heredada del anterior equipo de Gobierno (entre lo que se cuenta la existencia de 1,7 millones de euros de facturas sin consignar) comportan, según se ha explicado desde la Delegación de Hacienda en varias ocasiones, que urja poner en marcha este tipo de iniciativas.