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El Gobierno argentino sigue negando cese de pagos pero los mercados se resienten

\"El mundo sigue andando y la vida sigue como sucede hace años, y también Argentina, lo que no deja de ser una buena noticia\", subrayó Fernández, quien incidió en que \"default (impago) es no pagar, y nosotros lo hemos hecho, así que van a tener que inventar una nueva palabra\"

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El Gobierno de Argentina volvió a negar hoy que el país haya entrado en una suspensión de pagos, tras el fracaso de las negociaciones en Nueva York con los fondos que litigaron en tribunales estadounidenses, pero la incertidumbre reinó en los mercados financieros, que cerraron con fuertes descensos.

En una comparecencia transmitida por cadena nacional a todo el país, la presidenta, Cristina Fernández, aseguró que, a 31 de julio, "el mundo sigue andando y Argentina también".

"El mundo sigue andando y la vida sigue como sucede hace años, y también Argentina, lo que no deja de ser una buena noticia", subrayó Fernández, quien incidió en que "default (impago) es no pagar, y nosotros lo hemos hecho, así que van a tener que inventar una nueva palabra".


La mandataria aseguró que Argentina va a utilizar todos los instrumentos legales que le otorga los contratos firmados con el 92,4 % de acreedores que se acogieron a los programas de reestructuración de deuda en 2005 y 2010.

"No vivimos en una choza, sino en un país, en una nación que tiene Congreso, que es el que tiene la facultad originaria para tratar la deuda externa", aseveró.

Poco antes de la intervención de la presidenta, el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que hablar de que Argentina ha entrado en cese de pagos es "una pavada atómica" y calificó el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa a favor de los fondos buitre como "un hecho judicial sin precedentes en la historia".

"Argentina se encontraría en default si alguno de los eventos contemplados y explicados claramente en los contratos (firmados con los acreedores de deuda reestructurada) hubiera ocurrido y ninguna de estas cuestiones se cumplen", dijo.

El ministro advirtió que "existe una especie de campaña encaminada a sembrar incertidumbre, pánico y terror vinculada con la palabra default", y que frente a ella el Gobierno argentino seguirá trabajando porque tiene "mucho por hacer".

"El default es cuando no se paga y no cuando no se puede cobrar por determinados riesgos contemplados en el prospecto del canje, como ocurre hoy con los holdouts (fondos buitre), y también por toda otra serie de razones", aseguró.

Kicillof afirmó que Argentina hará lo posible desde el punto de vista legal "para que los bonistas reestructurados reciban su dinero" y le otorgó a Griesa, que mantiene bloqueados los pagos, la responsabilidad "de aquellas acciones que tomen los dueños de los cobros".

"Favorecer a los buitres parece ser uno de los objetivos centrales de este juez", subrayó.

Reiteró que Argentina depositó 539 millones de dólares para pagar a los acreedores reestructurados.

"Los bonos los consideramos como pagados. Eso sería una cuestión concluida si el Bank of New York Mellon (BoNY) no le hubiera consultado al juez Griesa. Esa plata es de los bonistas del canje, quédense todos tranquilos", afirmó.

El titular de Economía aseguró que el Ejecutivo de Cristina Fernández "no se opone a un acuerdo entre privados" en referencia a una posible oferta de bancos privados argentinos para comprar la deuda a los fondos especulativos o de hacer un depósito de garantía.

"Hay condiciones para un acuerdo entre privados porque el Gobierno no puede pagar más a los fondos buitre, y no puede participar en este tipo de arreglo", aseveró.

Ante la falta de acuerdo y después de que calificadoras de riesgo como Standard & Poor's y Fitch colocaran a la deuda argentina en "default selectivo", los mercados, que este miércoles se habían mostrado esperanzados, reaccionaron hoy de forma adversa.

El Merval, índice de las acciones líderes de Buenos Aires, se anotó una caída del 8,38 %, con retrocesos de hasta el 10 % para los papeles del sector energético, los más castigados.

Los títulos públicos también registraron caídas de hasta un 8 %.

En la plaza cambiaria formal, el precio del dólar subió apenas un centavo, hasta los 8,22 pesos por unidad, pero en el mercado informal, un salto de 27 centavos, hizo que la moneda estadounidense no se consiguiera por menos de 12,65 pesos.

"Como se esperaba, tras las fuertes alzas de ayer ante la expectativa de un acuerdo de último minuto con los fondos buitre, los activos locales registran caídas a la espera de señales respecto a las negociaciones entre privados y también a la audiencia convocada por el juez Thomas Griesa para mañana", comentó el economista Gustavo Ber, titular del estudio Ber

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