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Va por usted, don Manuel

Numerosos artistas del flamenco se vuelcan en la espectacular gala benéfica dedicada a Manuel Monje Cruz, que fue arropado por su amplia familia.

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  • La placa familiar. -

Alrededor de 40 artistas vinculados al mundo del flamenco entre cantaores/as, bailaoras, guitarristas, palmeros y percusionistas brindaron el pasado miércoles una noche mágica de flamenco en el Real Teatro de Las Cortes de las que será recordada en mucho tiempo. El motivo no era otro que rendir un cálido homenaje a Manuel Monje, quien estuvo arropado por un teatro que rozó el lleno y, además, de su amplia familia, entre ellas su cuñada y viuda de Camarón, Dolores Montoya La Chispa.

Artistas de toda la vida, otros ya consolidados y promesas que vienen empujando fuerte dejaron su impronta pisando las tablas del histórico teatro isleño y, en más de una ocasión, pusieron el nudo en la garganta a un público enfervorizado que se lo pasó en grande. Sencillamente un espectáculo majestuoso. Todo lo recaudado con el precio de las entradas (20 euros), se destinó al homenajeado.

Por el escenario desfilaron artistas de la talla de Rancapino, Paco Cepero, Juanito Villar, Felipe Eschapachini o David Palomar, sin olvidar a isleños como Jesús Castilla o las guitarras de Adriano Lozano, El Pelu o Víctor Rosa. La esencia del baile flamenco la pusieron Verónica Vélez y Lidia Caballo, en definitiva, varias horas de espectáculo del bueno rematado con un fin de fiesta flamenco, como no podía ser de otra manera.

La iniciativa formaba parte del programa de La Isla Ciudad Flamenca, que durante las próximas semanas inundará de actividades vinculadas a este arte diversos puntos neurálgicos de la ciudad.    

Momento cumbre

El momento cumbre de velada llegó al filo de las once de la noche, coincidiendo con el primero de los tres descansos. Fue entonces cuando Manuel Monj

e subió a un escenario que, poco a poco, se llenó de familiares y de amigos que de una manera u otra han tenido mucho que decir durante los 82 años de vida que contemplan al homenajeado.

Fue uno de sus nietos el que le hizo entrega de la primera placa en nombre de toda la familia y con una leyenda en la que se destacaba el papel y la lucha de Manuel durante toda su vida para sacar adelante a su familia. A renglón seguido le tocó el turno al primer teniente de alcalde, Francisco Romero, quien le colocó la insignia de la cañaílla bañada en oro y alabó sus virtudes como cantaor flamenco.

El momento más emotivo llegó cuando tres de sus bisnietos se arrancaron por fandango para admiración y orgullo de Manuel Monje, que apenas daba crédito a lo que estaba sucediendo en esos momentos sobre el escenario. Por último, el alcalde isleño, José Loaiza, le hizo entrega de una escultura con la reproducción de la fachada del Ayuntamiento y no dudó en definir al homenajeado como “una gran persona”, a la vista de la ingente cantidad de artistas que se dieron cita en Las Cortes para firmar una noche mágica e inolvidable para el hermano de Camarón.

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